GARA > Idatzia > Kirolak> Futbola

Diego Armando Maradona cumple 50 años, un niño grande entre la genialidad y el peso de su figura

Tiene el mismo rictus de niño grande, de granuja de irónica sonrisa, sabedor de ser superior al común de los mortales con un balón en los pies, pero ya cumple 50 años. Medio siglo de Diego Armando Maradona, una vida vivida a tope, siempre entre lo sublime y lo ridículo.

p041_f01_555x555.jpg

Arnaitz GORRITI

Diego Armando Maradona cumplirá hoy 50 años, a toda velocidad como de costumbre, con algunos deberes hechos y otros incumplidos o pendientes que parecen triplicar la cantidad de los que habitualmente tiene cualquier mortal.

El Pelusa ha vivido medio siglo entre la genialidad de su fútbol y la abyección de sus salidas de tono; una suerte de niño grande que sin la distracción de la pelota nunca terminó de centrarse. Indomable dentro y fuera del campo de fútbol D10s se granjeó inquebrantables cariños e irreconciliables enemigos. Genio y figura, rozó la gloria con los dedos y el infierno con la espalda. Ahora, a los cincuenta, intenta reponerse de un golpe durísimo que ha vuelto a marcarlo. Se ha quedado sin el cargo de seleccionador de su país y, tremendista como en casi todas las cosas, hace pocos días afirmó que «daría la vida» o «daría un brazo» por recuperarlo.

El mejor y el peor

Diego Armando Maradona fue el mejor jugador del mundo en su época. Como mínimo. «El 10», como lo llaman los aficionados, dio su primer paso hacia el estrellato el 20 de octubre de 1976, cuando debutó en la Primera División del fútbol de su país con el Argentinos Juniors diez días antes de cumplir los 16 años.

«Pelusa» o «Pelusita» era el apodo de aquel pequeño ilusionista que, hasta pocas semanas antes del debut soñado entretenía a los espectadores durante el descanso de los partidos que disputaba el equipo profesional del club, haciendo piruetas con un balón que nunca dejaba botar en el suelo.

«Pelusa», Diego, o «el Morochito» (pelo negro) de Villa Fiorito -donde comer todos los días no era sencillo-, se convirtió rápidamente en Diego Armando Maradona, el astro del fútbol que asombró al mundo con sus genialidades en los campos de juego.

Varios títulos de campeón coronaron su carrera: en el Mundial Sub'20 de Japón'79 con la selección argentina; en la Liga de su país con el Boca Juniors en 1981; en el Mundial de México'86 con la selección absoluta de Argentina y dos veces en la Liga de Italia, 1986-87 y 1989-90, con el Nápoles.

También fue campeón de la Copa con el Barcelona en la temporada 1982-83, y más tarde de la Copa de la UEFA y de la Copa de Italia con el Nápoles.

Asimismo, fue su peor enemigo fuera del terreno de juego. Como mínimo. Empezó sus escarceos con la droga allá por Nápoles, pero, tras un breve paso por el Sevilla y Newell's Old Boys, su cuesta abajo arrancó en el Mundial de 1994, tras el resultado positivo de un control antidopaje al que fue sometido en Boston al terminar el partido Argentina-Nigeria.

Maradona se retiró el 25 octubre de 1997 como jugador del Boca Juniors -en momentos en que se sospechaba que había dado positivo otra vez-, tras ser sustituido en un clásico Boca-River por Juan Román Riquelme, y a principios de 2000 estuvo al borde de la muerte al sufrir una crisis cardíaca en la ciudad uruguaya de Punta del Este y vivió varios años en Cuba, donde se sometió sin rigor alguno a un tratamiento por su adicción a las drogas.

En aquellos tiempos su vida fue un calvario, sometido por el consumo de drogas que redujo al mínimo su capacidad cardíaca y su capacidad de resolución, y le llevó a la ruina económica. Tocó fondo en 2004, cuando una recaída le dejó postrado en una clínica de Buenos Aires, alrededor de la cual se reunieron multitudes para manifestar su idolatría por el futbolista más importante de la historia argentina. Posteriormente, él mismo debió desmentir su muerte, anunciada por algunos medios de comunicación.

Se recuperó, bajó de peso, fue el presentador de un exitoso programa de televisión, le pagaron fortunas por participar en anuncios publicitarios y comenzó a jugar partidos amistosos de veteranos en fútbol sala antes de ser nombrado seleccionador.

En principio, Maradona esperaba celebrar su medio siglo en el estadio San Paolo de Nápoles, pero no acudirá, ya que sus problemas con el fisco, al que debe 37 millones de euros, dificultan una posible visita del astro argentino a Italia. Claridad y oscuridad habitan en él. No podía ser de otra forma.

 

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo