El inicio de la Copa se traduce en un calendario más apretado y también en la acumulación de obligaciones. El Athletic viajó a Alcorcón consciente de que todo lo que no fuera una victoria se consideraría un fiasco y, sin acabar de celebrar la consecución del objetivo, piensan ya en su próxima cita, en términos muy similares.

No es que el Getafe tenga mucho que ver con sus paisanos, pero sí la exigencia del cuadro rojiblanco ante el partido. El tropiezo ante el Sevilla, más allá de las circunstancias en que llegara, mantiene al Athletic en el pelotón de los equipos que todavía deben definir su futuro liguero. Equipos que no pueden permitirse más traspiés a corto plazo si no quieren situar ese campo de batalla en la zona baja de la clasificación.

El choque ante el Getafe, además, gana en trascendencia para los rojiblancos. Si consiguen los tres puntos, no sólo atraparán a su rival, sino que habrán conseguido su primera victoria de la temporada ante un equipo que les precede en la clasificación.

Mikel San José reconoce que la cita es trascendente «para no descolgarse de la lucha por meterse arriba» y que el Athletic llega con el escozor por «perder de esa forma en Sevilla», pero también destaca que el equipo afronta el envite «con más ilusión y confianza. Todos los partidos en casa los afrontamos así, éste no va a ser diferente, pero la victoria en Alcorcón nos va a venir muy bien en ese sentido»

Son, precisamente, los precedentes en San Mamés los que indican el camino a seguir ante el equipo de Míchel, aunque sus características no sean comparables a las de otros rivales. «Son un equipo de mucho toque de balón y que le da velocidad al juego, pero lo más importante está en nosotros -subrayó-. Si le metemos al partido la misma intensidad que contra el Zaragoza, tendremos mucho ganado. Hay que salir a por ellos y a presionar desde el primer minuto».

No cree San José, en este sentido, que el partido del jueves vaya a pasar factura física al equipo, pese a la exigencia que supone las características de su juego y a que Miíchel reservó a bastantes más jugadores habituales que Joaquín Caparrós en su visita copera a Portugalete. «Creo que estaremos en buenas condiciones -aseguró-. Con la preparación física que llevamos podemos jugar partidos en pocos días».

No se espera, de hecho, que Caparrós -que dirigirá hoy el último entrenamiento en San Mamés a puerta cerrada- varíe demasiado el once que saltó al verde de Santo Domingo.