En su tradicional sede de Expocuba, situada a las afueras de la capital cubana, ha tenido lugar, a lo largo de la pasada semana, la vigésima octava edición de la Feria Internacional de La Habana, FIHAV. Esta cita comercial es la más importante, en cuanto a volumen y participación, de las que celebran en el país caribeño, y de alguna manera se ha convertido en lugar adecuado para tomarle el pulso al estado y perspectivas de la economía nacional. La participación en esta ocasión ha superado ligeramente la del pasado año, y según datos oficiales la misma ha incluido representaciones de unos 57 países y estados, lo que se traduce en algo más de 1.800 empresas y entidades económicas que mantienen de manera regular relaciones comerciales con el país caribeño.

En noviembre del año pasado la situación de las empresas vascas en Cuba parecía marcada por serias preocupaciones, derivadas de una delicada situación financiera y dificultades acumuladas en los cobros y transferencias. Jon Zabaleta, como responsable por parte de la Cámara de Comercio de Gipuzkoa, se encarga desde hace años de organizar el Pabellón Vasco, y confiesa que realmente cuando comenzó, en marzo, los contactos para coordinar la presencia vasca en la feria tenía serias dudas y preocupaciones, sin embargo su valoración ya en el terreno es positiva.

«La situación ha mejorado con respecto al pasado año», afirma. Su impresión esta matizada por la prudencia y piensa que hay que ver como evoluciona la situación económica cubana, pero ha constatado una recuperación, que sin llegar aun a los volúmenes del 2007-2008, apunta en una buena dirección.

El Pabellón Vasco ha acogido en esta ocasión un total de 23 stands, entre empresariales e institucionales (SPRI y Cámaras de Comercio), creciendo ligeramente en espacio, hasta los 600 m/cuadrados, y en participación, con una empresa más. El área expositiva muestra con amplitud los renglones que las entidades económicas vascas ofrecen en el mercado cubano: Herramienta, elevadores, suministros diversos para el turismo, tornillería especializada, automati- zación y sistemas industriales, montaje, equipamientos para generación de energía, entre otros.

Años de experiencia

La mayoría de las empresas vascas asistentes a la feria mantienen una presencia permanente en la Isla, mediante oficinas comerciales, y acumulan ya una larga experiencia en el mercado cubano. Las opiniones que se pueden recabar entre los empresarios y los representantes que asisten a la feria parecen confirmar lo afirmado por Jon Zabaleta.

Por ejemplo Darío Alonso, el responsable de la empresa CESYTA, con sede en Astigarraga, comenta que efectivamente la situación ha mejorado y que esto ha tenido que ver con que la administración cubana está priorizando sectores estratégicos, en los cuáles la empresa vasca tiene una presencia importante, y aunque aun no se llega a las importantes cifras de negocios de los años 2007 y 2008, considera que esta mejoría debe ser la tendencia.

Por su parte el Presidente de la Asociación de Empresarios Vascos en Cuba, y director de MIESA, Teodoro Bastida, apunta en la misma dirección al confirmar que el segundo semestre del año ha supuesto un notable crecimiento en la contratación de negocios, al tiempo que las deudas pendientes se van aligerando poco a poco, y coincide con Alonso en que la apuesta centralizada en sectores estratégicos, que ingresan divisas al país, como pueden ser el petróleo, ahorro de energía, el desarrollo agroindustrial y azucarero, el turismo, el níquel o la renovación tecnológica, ha sido esencial en este repunte, pues las empresas vascas por lo general ya estaban insertadas en estos sectores.

El mismo Bastida apunta un tema de sumo interés y novedoso, cuando afirma que, en su opinión, la posibilidad de que las empresas vascas participen desde Cuba en inversiones y proyectos, dentro del proceso de cooperación e integración latinoamericano, ofrece grandes potencialidades en un futuro cercano.

Efectivamente, GARA ha podido confirmar estos días que al menos dos empresas vascas ya han dado este salto y forman parte, junto a entidades de la Isla, de importantes proyectos de inversión industrial y cooperación en Venezuela, dentro de los acuerdos del ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas), mientras que otras se encuentran en negociaciones con el mismo sentido.

Un tema que, sin duda, habrá que seguir con atención, ya que estos acuerdos de integración incluyen a otros países, como Nicaragua, Bolivia o Ecuador, además de los ya citados, Cuba y Venezuela.

Por su parte, el ministro cubano de Comercio Exterior e Inversiones, Isidoro Malmierca, apuntaba en el discurso inaugural de la Feria que «el resultado de la actualización de nuestro modelo económico contribuirá a fortalecer nuestras relaciones», en una clara referencia a la política de cambios estructurales que ha comenzado en Cuba.

Si bien aun es temprano para conocer en qué medida y ritmo estas transformaciones pueden suponer un crecimiento de las relaciones comerciales vasco-cubanas, no es difícil pensar que traigan nuevos retos para las entidades económicas de nuestro país, presentes en Cuba.

Las opiniones recabadas en el Pabellón vasco coinciden, sin embargo, en que hay un nivel de preparación, al tiempo que subrayan que la pequeña y mediana empresa vasca tiene experiencia y reacciona con rapidez ante los cambios y nuevas necesidades.

Aumentar la presencia

La 28 edición de la Feria Internacional de La Habana ha mostrado una cierta recupe-ración de la presencia económica vasca en Cuba. Con un optimismo moderado el empresariado vasco va recuperando cifras y seguridad en sus negocios. Los cambios internos, los procesos de inversión en marcha y las posibilidades de expansión hacia otros mercados parecen abrir las puertas a un potencial crecimiento, aunque aun es pronto para afirmarlo. El tiempo y la gestión comercial sobre el terreno serán las que irán dando la última palabra.

De mientras, aunque Cuba haya bajado del tercero al cuarto puesto como destino de las exportaciones vascas hacia Latinoamérica, las cifras indican una recuperación comercial, al tiempo que las empresas vascas siguen mante- niendo y apostando por su presencia en Cuba.