El primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, ha conseguido mantenerse en el poder para un segundo mandato a raíz de un acuerdo de reparto de poder entre chiíes y kurdos, anunciado ayer, que podría poner fin a a ocho meses de bloqueo de las instituciones del país.

«Un acuerdo político fue suscrito ayer -por el sábado- entre los partidos políticos, según el cual Jalal Talabani sigue siendo jefe de Estado, Nuri Al Maliki permanece como primer ministro y el bloque Al-Iraqiya (del ex primer ministro Iyad Allawi, con mayor número de escaños) debe elegir a su candidato al cargo de presidente del Parlamento», señaló a France Presse el portavoz del Gobierno, Ali al-Dabbagh.

Precisó que este acuerdo fue alcanzado por la Alianza Nacional, que reagrupa a los principales partidos chiíes, y la coalición kurda, pero que el acuerdo con Al-Iraqiya, formación laica apoyada por los suníes, está todavía colgando por el reparto de los puestos de jefe de Estado y de presidente del Parlamento.

Existe un «proyecto de acuerdo político» con Al-Iraqiya, pero «aún quedan problemas por solucionar», subrayó. «En todo caso, en el pleno del jueves, el Parlamento escogerá a su presi- dente», añadió.

«Nuri al-Maliki y los líderes de otras listas acudirán mañana -por hoy- a Erbil, invitados por Masud Barzani (presidente de la región autónoma del Kurdistán iraquí), a una ceremonia en la que cada uno anunciará su apoyo a este acuerdo», agregó el portavoz del Gobierno.

Las pasadas elecciones legislativas del 7 de marzo no dieron a ningún partido la capacidad para gobernar en solitario. Las formaciones políticas han sido hasta ahora incapaces de ponerse de acuerdo sobre el reparto del poder, lo que ha generado una parálisis de las instituciones durante ocho meses.

Desde hace dos semanas, los partidos políticos habían iniciado negociaciones en Bagdad por iniciativa de Barzani.

Garantías para Al-Iraqiya

Jamal al-Boutikh, diputado de Al-Iraqiya, confirmó a AFP que su formación, encabezada por Iyad Allawi, acudirá hoy a Erbil. «Nuestra lista ha obtenido la garantía de un reparto real de poder, y Al-Iraqiya participará en el Gobierno, porque ha obtenido la promesa de que ninguna decisión política se tomarán sin su consentimiento».

Sin embargo, indicó que su lista no había decidido aún si quería el cargo de jefe de Estado o de presidente del Parlamento. Varios líderes de su formación indicaron, desde el anonimato, que prefieren el de presidente de la República, ocupado actualmente por Yalal Talabani.

Dirigentes de Al-Iraqiya indicaron ayer mismo que su posición se fijará en los próximos días, por lo que el fin de la crisis política no es aún una realidad.

Nusayef Alia, otro diputado de Al-Iraqiya, solicitó la presencia hoy en Erbil del clérigo chií Moqtada Sadr, porque «representa un factor de equilibrio político y es una personalidad aceptada por todos los partidos».

El movimiento sadrista, que obtuvo 40 escaños de los 325 que forman el Parlamento, ha mantenido conversaciones con la formación de Allawi (91 escaños) antes de dar su apoyo a la Lista del Estado de Derecho de Al-Maliki (89). Tras intensas negociaciones, el movimiento chií de Al-Maliki cuenta con el mayor apoyo parlamentario, con 138 diputados, pero necesita otros veinte para obtener la mayoría. Las diversas formaciones kurdas suman 57 escaños.

El jueves, sesión parlamentaria

El Parlamento debe reunirse el jueves, tras una decisión adoptada a fines de octubre pasado por el Tribunal Supremo en la que ordenaba a la Cámara que designara lo más rápidamente posible a los dirigentes del país. El Parlamento debe empezar eligiendo a su presidente y a sus dos adjuntos, antes de proceder con los demás nombramientos.

La elección del presidente del Parlamento es una etapa indispensable antes de la designación del jefe de Estado y del primer ministro, según la Consti- tución de Irak. El artículo 55 dice que el Parlamento debe elegir en una primera sesión tras las elecciones a su presidente y a sus dos adjuntos con mayoría absoluta.

El 14 de junio, en una primera sesión, los diputados hallaron un subterfugio al declararse en «sesión abierta» de manera indefinida ya que la distribución de los tres principales cargos es el resultado de una negociación entre las tres principales confesiones y etnias del país.