Hasta la primera semana de noviembre, al menos, 22 trabajadores de Hego Euskal Herria han fallecido como consecuencia de un cáncer provocado por el contacto directo con el amianto en su vida laboral. El año pasado fueron 18 los trabajadores fallecidos, que están registrados por la Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi (Asviamie), que afirma que esos datos son «la punta del iceberg» de este problema que no parece afectar a las administraciones públicas ni a los servicios de la sanidad pública ni privada, salvo para rechazar consecuencias directas entre el contacto del amianto con la aparición del cáncer entre los ex trabajadores.

A falta de mes y medio para finalizar este año, el caso de fallecidos por mesoteliomas pleurales, un tipo de cáncer fulminante, ha aumentado en un 22%. Mientras continúa la sangría humana, las administraciones están haciendo caso omiso a las demandas de los afectados y de las centrales sindicales para que se realice un control exhaustivo a todos aquellos trabajadores que estuvieron expuestos al amianto en su vida laboral con un fin preventivo y para detectar esa enfermedad «a tiempo» para aportar calidad de vida al afectado. Tampoco ponen en marcha, pese a que una y otra vez explican su necesidad, el Fondo de Compensación para los afectados para que no tengan que sufrir por su enfermedad y por el tránsito de los pasillos de los juzgados para que se les reconozca que se contagiaron de esa enfermedad mortal en sus puestos de trabajo debido a que los empresarios prefirieron utilizar ese agente cancerígeno que poner las medidas preventivas y sustitutivas.

Mañana se verá la vista en el Juzgado de Lo Social de Bilbo de un ex operario, Juan Francisco García, que trabajó en la empresa Echevarría, hoy Sidenor Basauri, en el tren de laminación. Hoy tiene un mesotelioma pleural maligno.

CAF condenada a pagar

CAF de Beasain tendrá que pagar 164.223,38 euros a la viuda y dos hijas del trabajador José Francisco Lasa que falleció en octubre de 2009 como consecuencia de un mesotelioma pleural izquierdo. El juzgado de Donostia confirma que los reconocimientos y medidas de protección que CAF adoptó «no fueron específicos para detectar ni asbestosis, ni sustancias como el amianto». En CAF son más de medio centenar los trabajadores que han perdido la vida a consecuencia del amianto.

Por otro lado, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha corregido una sentencia del Juzgado de lo Social de Bilbo que culpaba a Bilboestiba y a Naviera Peninsular del mesotelioma pleural que terminó con la vida del estibador José María Asenjo en marzo de 2009, por lo que impuso el pago de una multa de más de 130.000 euros a su viuda e hijos. Sin embargo, Bilboestiba presentó un recurso de suplicación y el TSJPV lo ha admitido.

En una decisión poco usual, el tribunal asegura que «no quiere decir que la Sociedad estatal de Estiba y Desestiba (hoy Bilboestiba) se encuentre exenta», sino que culpa de la falta de prevención a las empresas estibadoras en la protección frente al amianto, a pesar de que éstas trabajan para la actual Bilboestiba. El Tribunal Superior asegura que corresponde «a las empresas concesionarias el cumplimiento de las medidas de seguridad e higiene en el trabajo». Esta decisión no deja de ser inaudita.

Por último, este pasado viernes el comité de BBVA en Bilbo se concentró para denunciar la muerte del ex electricista Cosme Real Merino, por la inhalación de amianto. El comité, tras conocerse la muerte del ex trabajador el pasado 24 de octubre, reclamó una reunión con la empresa, pero la dirección de BBVA contestó que «no la ve necesaria». El comité rechaza la falta de respeto de la dirección y exige actuaciones concretas.