Enfrentamientos y bloqueos ante la llegada del tren de basura radiactiva a Gorleben
GARA |
La inminente llegada al depósito atómico de Gorleben (norte de Alemania), prevista para hoy, del convoy cargado de basura altamente radiactiva desató ayer los bloqueos de las vías férreas y los enfrentamientos violentos entre policías y activistas antinucleares.
Los enfrentamientos dejaron un número indeterminado de agentes y manifestantes heridos en las localidades de Dannenberg y Harligen, próximas a Gorleben, y al menos un vehículo policial calcinado, según varios medios locales, indicó Efe. Una mujer fue golpeada por un caballo y tuvo que ser evacuada en helicóptero, al parecer con un hombro roto, según AFP.
Los efectivos policiales emplearon cañones de agua, porras y gases lacrimógenos para contener a los activistas, que lanzaron a su vez piedras, bengalas y cócteles molotov.
Encadenándose a las vías, descolgándose de puentes, desenterrando raíles o mediante sentadas pacíficas en las que participan cientos de activistas, los antinucleares buscan a toda costa retrasar el transporte de los residuos con el objetivo de denunciar los riesgos de la energía nuclear.
Los organizadores estimaron que este fin de semana han congregado en Dannenberg, la localidad más próxima a Gorleben, a unos 50.000 manifestantes, entre los que destacaron cantantes, actores y líderes políticos de la oposición alemana.
Esta concentración, mayoritariamente de carácter pacífico, se ha convertido en la mayor protesta antinuclear de las últimas tres décadas.
Últimos kilómetros
La parte más difícil está por llegar. A medida que el convoy, con 123 toneladas de residuos radioactivos altamente contaminantes, se acerca a Gorbelen aumenta el número de activistas que tratan de interrumpir su camino. Ayer en Harlingen, a 15 kilómetros de Dannenberg, cerca de 5.000 manifestantes se habían reunido para bloquear su el paso del tren.
Durante sus casi mil kilómetros por territorio alemán, el tren ha sido bloqueado por los activistas en al menos cinco ocasiones, lo que ha generado un retraso acumulado de unas diez horas.
Sobre las 17.30 hora local el tren abandonó ya a oscuras la localidad de Lüneburg tras una breve parada técnica, para afrontar los últimos 50 kilómetros de su recorrido, la etapa más complicada. Se desconoce a qué hora alcanzará Dannenberg, aunque los medios de comunicación locales calculan que podría ser a medianoche.
Desde Dannenberg los contenedores recorrerán los 20 últimos kilómetros por carretera, lo que podría durar horas.