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LifLive, impulsando la música clásica 2.0

Llegar a un concierto de música clásica y que a uno le digan «coge una silla y siéntate donde quieras» no es muy habitual. Todavía lo es menos que le den un programa de mano que parece una carta de restaurante, para ir pensando en el menú musical que le gustaría degustar.

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Mikel CHAMIZO

Fue Gustav Mahler, el todopoderoso director de la Hofoper de Viena, quien codificó en los primeros años del 1900 la moderna experiencia concertística, con su carácter venerable y religioso. Antes de eso, las salas de conciertos eran lugares de encuentro social, repletas de ruido y conversaciones. A Mahler le molestaba muchísimo todo esto, así que se las arregló para impedir la entrada a los grupos más escandalosos, erradicó la costumbre de aplaudir entre movimientos de las sinfonías y no se cortaba en lanzar miradas asesinas a cualquier persona entre el público que hiciera un poco de ruido. Esta y otras actitudes como la suya terminaron por rebajar al público a la subordinación más absoluta hacia el músico, reduciendo todos sus derechos y obligaciones a uno solo: estar en silencio. Aun hoy los conciertos clásicos son un ritual con unas convenciones muy específicas, y el que las rompa, aunque sea por desconocimiento (por ejemplo, alguien que en su primer concierto aplaude fuera de lugar) suele sufrir duras reprimendas por parte del resto de melómanos.

Los músicos de L'Incontro Infortunato, un conjunto de instrumentos originales con sede en Murcia, estaban hartos de esta situación y decidieron romper con ella radicalmente. Fue así como se embarcaron en LifLive, un novedoso proyecto que busca romper los esquemas de los conciertos clásicos por medio de una actitud transgresora y el uso de las nuevas tecnologías de la información. La pasada semana tuvo lugar la puesta en marcha del proyecto en la madrileña sala alternativa Utopic_US, pero antes del inicio del concierto, el director técnico de LifLive, Alberto Garre, salió a escena para explicar al público cuáles eran sus derechos durante la velada: el de aplaudir cuando le viniese en gana, abuchear si lo creía conveniente, comentar cosas con su vecino, levantarse e irse si era su deseo, hacer preguntas a los músicos entre obras o tras el concierto, e incluso usar el móvil para enviar mensajes a un chat que aparecía en una pantalla situada tras los músicos y compartir así su opinión sobre lo que estaban escuchando. Los músicos, por su parte, hicieron todo lo posible por acercar su arte a los asistentes, explicando detalles sobre las obras antes de tocarlas, comentando después como les había salido la interpretación, enseñando sus instrumentos al público y haciendo bromas de todo tipo. L'Incontro Infortunato hizo todo lo posible por crear un ambiente distendido, como el de reunión entre amigos, dieron claves muy reveladoras sobre las obras que tocaron y lograron que el público, incluso el que nunca antes había asistido a un concierto clásico, saliese por la puerta con la sensación satisfactoria de que había aprendido algo interesante sobre música.

El otro aspecto en que incide el proyecto LifLive es internet y las redes sociales. De hecho, que el concierto de la pasada semana tuviera lugar en Madrid es algo accidental, pues el verdadero objetivo de LifLive es congregar a la mayor audiencia posible mediante transmisión en directo por internet. Pero una parte importantísima del trabajo se desarrolla antes del concierto, en la etapa que ellos llaman pre-concierto, en la que hacen un intenso trabajo formativo, fomentando el interés en redes sociales como Facebook y Twitter y proponiendo a sus seguidores músicas que se pueden escuchar al instante en Spotify. En su página web, liflive.es, cuelgan información sobre las obras que se podrán votar durante el concierto y cuentan la historia de los instrumentos que van a utilizar en el mismo. También publican pequeñas entrevistas con los músicos de L'Incontro Fortunato, con las que uno descubre que la comida preferida del clarinetista son las alcachofas o que el tema del verano para la contrabajista ha sido «Telephone», de Lady Gaga, lo que ayuda a la cercanía humana de los músicos con el público. Durante el in-concierto, los internautas conectan en directo con un canal de televisión para seguir en directo el espectáculo, pueden votar mediante Twitter por las obras que quieren escuchar y dejar sus comentarios en el ya mencionado chat. Queda aun una etapa post-concierto, en la que los músicos de LifLive recogen opiniones e impresiones de todo tipo e intentan aplicar los consejos del público de cara a los conciertos venideros. Ya están preparando su segunda actuación, que llegará en breve.

Haydn como abanderado del proyecto de L´Incontro Fortunato
 

L'Incontro Fortunato escogió un programa en torno a Haydn para la presentación de su proyecto LifLive. Su director artístico, Lorenzo Coppola, explicó la razón para elegir este repertorio clásico; además de su fácil escucha, es que se relaciona con la aparición de la Opera Buffa a mediados del siglo XVIII, «un tipo de espectáculo revolucionario, porque por primera vez se dirigía a la gente normal, no a los nobles, no a la Iglesia, sino a gente corriente como nosotros». La Opera Buffa habla, según Coppola, «de los asuntos que nos afectan cada día: amor, odio, dinero, negocios... es un lenguaje con el que nos vemos reflejados». Pero el concierto de L'Incontro Fortunato estuvo dedicado a la música instrumental, no a la ópera. «Por eso elegimos a Haydn –explica Coppola–, porque cuando Haydn escribe música instrumental, en realidad sigue contándonos historias del día a día».M. CHɺ