Maite SOROA | msoroa@gara.net
Falsa «exclusiva» para enredar un poco
El pasado viernes se reunían, a la luz del día, en el hall de un céntrico hotel donostiarra, la abogada de Arnaldo Otegi y dos testigos que deberán comparecer ante el tribunal el próximo jueves. Una escena que se repite decenas de veces al día con otros abogados y otros testigos. Pero los del «Grupo Noticias» quisieron desatar una tormenta política en forma de «exclusiva» periodística. Una melonada.
Tampoco parece que les hayan hecho demasiado caso y ayer volvían a la carga con un editorial un tanto alucinado. Según «Deia», la fotografía del encuentro «certifica la existencia de los contactos que ambas partes negaron, de manera un tanto forzada, hace apenas unos días, pero sobre todo es la imagen de una realidad mantenida en la penumbra que, sin embargo, debe asumirse públicamente como lo que debe ser la verdadera normalidad de las relaciones políticas en Euskadi». O sea que lo que pretendían falseando la realidad era contribuir al diálogo político entre la izquierda abertzale y el PSOE. ¡A otro perro con ese hueso!.
Pero el editorialista se resistía a reconocer la simple realidad de un encuentro entre la abogada defensora de Otegi y dos testigos -uno de ellos periodista- que deberán declarar en defensa del político encarcelado. Por eso insistía: «Los socialistas se empeñan en negar la evidencia, la necesidad del diálogo y el diálogo mismo, su ejercicio, por simple temor al fracaso o, todavía peor, por miedo a la reacción de quien les tiene embridados desde una posición de fuerza como socio político y único apoyo de su Gobierno en Euskadi». Me cuentan que en el PNV se observa con preocupación lo que puede ser un cambio importante en el escenario político vasco y así habrá que entender también la anterior «exclusiva» sobre una reunión entre Rufi Etxeberria y José Antonio Pastor que, según ambos, no existió.
Y tal vez para cubrirse las espaldas, el editorialista apelaba a su «compromiso con la verdad» y denunciaba que «El diálogo, en política, es imprescindible. Y su negación, real o hipócritamente fingida, no es sino un irresponsable intento de aprovechamiento político partidista». Lo realmente irresponsable es, en tiempos tan trascendentales, inventarse «exclusivas» para enredar el patio.