Pese a que la marcha en denuncia de la condena impuesta por la Audiencia Nacional española a quince jóvenes de Donostia ni siquiera se realizó, su convocante y, paradójicamente, condenado por el tribunal especial, tuvo que sentarse ayer en el banquillo de los acusados de la Audiencia Nacional bajo la acusación de un posible delito de «enaltecimiento del terrorismo».

La manifestación, prevista para el sábado pasado y que había sido respaldada por numerosos colectivos sociales, políticos y sindicales de la capital guipuzcoana, fue vetada apenas tres horas antes de su celebración, y cuando el convocante se dirigió a la comisaría de la Policía autonómica para desconvocarla supode la citación judicial.

El joven, que ayer compareció ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, alegó que el único objetivo de la cita era protestar por el juicio sometido por los 17 jóvenes entre junio y julio de este año y la posterior condena a seis años de cárcel impuesta a quince de ellos por el tribunal especial.

Aunque la marcha no llegó a celebrarse, los jóvenes condenados indicaron que están estudiando con los agentes firmantes una «posible respuesta» a la prohibición de la manifestación.