«La solidaridad hacia los presos políticos vascos no es delito». Ese fue el lema empleado para censurar la vuelta de tuerca que ha supuesto la condena a tres años de cárcel contra el ex preso Lander Fernández por tener boletos del sorteo anual, Elkartasun Zozketa.

Sus vecinos del barrio bilbaino de Santutxu denunciaron, mediante una concentración en la plaza del Karmelo, el fallo de la magistrada Ángela Murillo mostrando, además, que ellos también poseen boletos del citado sorteo por los presos.

En la sentencia, conocida el pasado lunes, la Audiencia Nacional española también condena a Fernández a pagar una multa diaria de cinco euros durante diez meses.

Ayer, en defensa de los derechos de los presos políticos, fueron 25 los concentrados en Trintxerpe, 80 en Santurtzi, 21 en Ataun, 69 en Ondarroa, 15 en Bermeo, 44 en Laudio, 20 en Zaldibia, 17 en Ordizia, 14 en el barrio bilbaino de Zorrotza y 18 en el de Otxarkoaga, y 16 en Altza.