Primer paso
La UCI solicita un proceso disciplinario para Contador
La Federación Española será la encargada de llevar a cabo la instrucción del procedimiento tras el positivo por clembuterol en el pasado Tour.
EFE | COPENHAGUE
La Unión Ciclista Internacional (UCI) ha solicitado la apertura de un procedimiento disciplinario contra el ciclista español Alberto Contador, ganador del último Tour, al dar un resultado anormal en un control antidopaje. La UCI ha precisado que la Federación Española será la encargada de llevar a cabo esta instrucción, y decidirá eventualmente si se sanciona al ciclista, lo que conllevaría la pérdida de su victoria en el pasado Tour, según el artículo 288 del reglamento antidopaje.
Los resultados anormales de dicho control, realizado el pasado 21 de julio, en el que Contador dio positivo por clembuterol, fueron revelados a finales del pasado setiembre. Contador atribuyó ese positivo a una intoxicación alimentaria. Pero según precisó la UCI, los restos de ese producto prohibido por el reglamento antidopaje detectados en la orina de Contador eran infinitesimales.
La prueba tuvo lugar en la segunda jornada de descanso del Tour, a su paso por Pau, y el triple ganador del Tour (2007, 2009 y 2010) fue suspendido de forma temporal por la UCI el pasado 30 de setiembre. El pasado 19 de octubre, el presidente de la UCI, Pat McQuaid, justificó que en su día no se hubiese sancionado directamente a Contador dada la ínfima cantidad de clembuterol hallada, dato que, dijo, «complica los estudios».
«Sabemos que el clembuterol es positivo aunque sea poco, pero queremos saber cómo esa pequeña cantidad llegó ahí. El ciclista dice que fue por una contaminación alimentaria, es una posibilidad, pero tenemos que estudiar si es buena», señaló McQuaid por aquel entonces.
Días antes, Contador, que siempre ha asegurado que no se dopó, comentó en un canal de televisión que se sentía en una situación de impotencia tremenda, además de encontrarse triste y preocupado constantemente. Según el ciclista, el pequeño índice de clembuterol encontrado fue debido a la ingesta de un solomillo de ternera comprado en Irun.
Algunos medios franceses, en cambio, aseguraron que se encontraron restos de plástico en su sangre, lo que en opinión de los mismos apuntaría a una autotransfusión. A modo de respuesta, Contador recordó que lleva un pasaporte biológico y autorizó que se analicen todas sus pruebas congeladas.
El danés Bjarne Riis, ganador del Tour de 1996 y actual director del Team Saxo Bank, confiesa en una autobiografía, que se publicará hoy de forma oficial, que empezó a doparse al inicio de su carrera y que era una práctica generalizada en el pelotón profesional. Riis, que ya había admitido hace tres años el uso de EPO (eritropoietina) entre 1993 y 1998, tras las confesiones de ex compañeros en el Telekom, revela ahora que ya empezó a consumir cortisona en 1980 y que se dopó durante toda su carrera.
En una entrevista concedida al diario «Politiken» con motivo de la publicación del libro, Riis se justifica diciendo que el dopaje era parte de la cultura del ciclismo de la época. «Si querías estar en la lucha por los mejores puestos y contratos, no había otro camino. Todos sentían que no había otra opción, yo también. Por eso no tenía ningún sentimiento de culpa», afirma el ex corredor.
Riis, que dice que nadie le obligó a doparse y que no se arrepiente de nada, resalta que su propósito es contar su historia, de ahí que no dé nombres de otros ciclistas, si bien ha declarado que «se decía que eran todos» los que se dopaban en aquella época.
En el libro, cuyo título es "Riis" y que ha escrito junto con el escritor Lars Steen Pedersen, cuenta que guardaba la EPO en la nevera de su casa y que tanto su ex mujer como su actual esposa estaban al corriente de su uso del dopaje. También revela cómo, cuando al saber que la policía francesa iba a registrar su hotel durante el Tour de 1998, tiró por el baño de su habitación sus ampollas con EPO y cortisona.
El ex corredor danés, que cifra el gasto en comprar sustancias dopantes durante más de una década en entre medio millón y un millón de coronas danesas (entre 67.000 y 134.000 euros) también cuenta otras anécdotas, como su participación en la Vuelta 1987 con el Luca y sus sospechas de que fue intoxicado a propósito por el equipo italiano, ya que era el único ciclista que quedaba en la carrera y los directores y mecánicos querían volver a casaa. GARA