Juanjo BASTERRA

Los bancos se oponen a un sistema público y duradero de pensiones, porque no les ofrece ninguna rentabilidad. No pueden especular y, en cambio, se dedican a fortalecer corrientes de opinión que indican que los sistemas públicos no tienen futuro. El patrimonio de los fondos de pensiones en el Estado español llega a los 83.000 millones, y se trata de un negocio creciente a medida que esos estudios pagados por los propios bancos aumentan la alarma de que las pensiones públicas pueden ser insostenibles. En América Latina, BBVA desembarcó hace décadas y ha tomado una posición de fuerza en este terreno. Según los datos del propio banco, posee un 30% del negocio de las pensiones privadas en América Latina y está logrando una enorme rentabilidad, pero generando una desprotección entre aquellas personas que cuentan con unos rendimientos económicos bajos.

Los datos de enero a setiembre de BBVA mostraron que en México logró 250 millones de beneficio con las pensiones y los seguros, un 17,1% más que en los nueve meses de 2009. El Afore Bancomer, filial de BBVA, gestiona un patrimonio de 12.574 millones de euros, un 25% más que un año antes.

En América del Sur en la unidad de negocio de pensiones y seguros, BBVA cerró con un beneficio de 148 millones, un 29,5% más que durante los primeros nueve meses del ejercicio anterior. La entidad financiera destaca la labor que realiza ASFP Provida en Chile, que ha generado un beneficio de 73 millones. El Grupo Consolidar, de Argentina, obtuvo por su parte 18 millones de beneficio en los primeros nueve meses. AFP Horizonte de Colombia logró 20 millones y AFP Horizonte de Perú, otros 12 millones de euros.

El Observatorio de Multinacionales de América Latina (OMAL) indica en un informe firmado por Samuel Verbanaz, sobre el sistema financiero mexicano, que el grupo Santander controla el 39,4% de los activos de las pensiones y el BBVA el 30,7% en México. En Bolivia, BBVA cuenta con el 48% de las cuotas de afiliación a las pensiones de jubilación, según el libro «Las multinacionales en Bolivia. De la desnacionalización al proceso de cambio», elaborado por Erika González y Marco Gandarillas, entre otros, y recién publicado por la editorial Icaria.

En lo que respecta a México, el informe señala que el Estado garantiza una pensión mínima, mientras que existen cinco tipos diferentes de pensión privada que los trabajadores tienen que elegir de forma obligatoria por no existir una garantía pública. «De este modo los bancos españoles están gestionando una buena parte de este sistema de pensiones que acaba de raíz con la solidaridad intergeneracional y con la noción de seguridad social. Introduce a los los trabajadores obligatoriamente en las vicisitudes de los mercados financieros, inentendibles».

En Bolivia, en este mismo sentido, el cambio de modelo público a un privado «se hizo con la promesa de una mejora de las jubilaciones, que no ha sido así. Es el estado quien debe pagar las pensiones de quienes menos recursos tienen, de esa manera se endeuda cada vez más, y los bancos, entre ellos BBVA, logran enormes beneficios», indica Tania González, en ese libro sobre el país andino.

Fuerte crecimiento chino

Ese modelo de América Latina, BBVA quiere exportarlo a China. El banco multinacional que dirige Francisco González ha firmado esta semana un acuerdo con el grupo chino Citic, con lo que eleva su participación al 15% en China Citic Bank para entrar en ese negocio de la privatización de las pensiones. «El acuerdo tendrá una una validez mínima de doce meses y supone el desarrollo conjunto de labores de consultoría de proyectos de pensiones, diseño de productos y servicios al cliente», según expresó el banco.

BBVA es asesor de la OCDE y del Ministerio chino de Recursos Humanos y Seguridad Social. «El sistema actual de gestión de Anualidades Empresariales de China puede tomar como referencia las reformas que se han llevado a cabo en países latinoamericanos» que, a juicio de las organizaciones sociales, han beneficiado sólo a los bancos, que están logrando importantes rendimientos económicos, mientras que la población no tiene asegurada la pensión de jubilación.

Los datos de BBVA indican que el mercado de pensiones de China ha experimentado un rápido crecimiento. Se calcula que «en el período de 2005 a 2009 aumentó en 46.100 millones de yuan renminbis -la moneda de curso legal; el tipo de cambio era ayer de o,11 euros- y alcanza los 252.500 millones de renmimbis, pero los fondos de pensiones en 2010 cubren ya a 200 millones de personas y superan un patrimonio de 1,25 billones de renminbis, aunque se espera que alcancen los 1,7 billones a finales de este año.

Un indicativo de que la falta de seguridad que ofrecen los fondos privados de pensiones es elevado lo constituye el hecho de que el fondo de los empleados de BBVA no logra mucha rentabilidad. Según CGT, en 2009 perdió 9,1 millones de euros, un 28,11%, por «no habernos desecho antes de la deuda griega». La gestora de ese banco cuenta con un patrimonio de 2.100 millones de los trabajadores. Esta central ha censurado las operaciones de inversión que realiza el banco.