Camacho se quejó ayer, en referencia a los arbitrajes que sufre ante los equipos que deja el Real Madrid, de que a Osasuna siempre la pasan «cosas extrañas» en sus desplazamientos. Sin embargo, lo que desgraciadamente se ha convertido en raro es que los rojillos saquen algo de sus viajes -sólo han sumado un punto lejos de El Sadar en todo 2010 y en Copa también acaba de recibir una derrota-, por lo que ya va siendo hora de comenzar a sumar algo lejos.

Pocas plazas habrá con más brillo para dar por finalizada a esa incapacidad como visitante que un Vicente Calderón que ya comienza a ponerse nervioso. Sólo dos puntos, a favor de los rojiblancos, separan a ambos conjuntos en la clasificación antes de la cita de hoy, un choque marcado por la necesidad del equipo madrileño, al que tres encuentros consecutivos sin victoria le han retrasado en la carrera hacia el cuarto puesto, su objetivo principal en esta temporada.

El uruguayo Diego Godín y Sergio Asenjo, por lesión, y el brasileño Diego Costa, sancionado, son las bajas de un Atlético de Madrid en el que su estrella Diego Forlán lleva 12 partidos consecutivos sin marcar.

Camacho no da pistas

Habiéndose hecho muy fuertes en casa, la tranquilidad definitiva de Osasuna pasa por romper esa racha de trece partidos consecutivos sin poder lograr un triunfo fuera de casa.

Concentrados desde el jueves en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, Camacho no ha dado ninguna pista sobre el once inicial que alineará ante los colchoneros, pero todo indica a que repetirá el equipo que venció al Málaga el pasado domingo.

Eso sí, el técnico murciano dejó claro ayer que espera no encontrarse con el «equipo que encajó tres goles a balón parado» en su última salida a Santander, donde cayó derrotado con estrépito ante el Racing.