Color de sangre minera, tiene el oro del patrón
Los autores analizan la realidad de los mineros comenzando en Picón, Meatzaldea, hasta terminar en Chile, tan de actualidad tras el rescate en la mina San José; repasan las últimas luchas de los mineros en Asturias y advierten de las promesas hechas a los mineros chilenos, que se llevará « el viento del desierto y la arena que lo tapa todo».
Eramos unos cuantos, de distintos herrialdes de Euskal Herria. Nos juntamos después de una de las manifestaciones, en la que exigíamos la justicia para nuestros presos políticos vascos. Todos éramos políticamente incorrectos y con una fuerte afinidad ideológica, frente al difícilmente superable barbarismo político del reino español.
Se había terminado el verano, y surgieron comentarios sobre las pasadas vacaciones. Uno había estado en Nicaragua, cuna del sandinismo; otro había viajado a Cuba, a verificar su evolución política; otro había mantenido en Bretaña contactos con independentistas dominados por la república francesa. Habían sido viajes de contenido netamente político.
-¿Conocéis Picón? -preguntó uno, con no disimulada socarronería. Y se produjo un silencio tenso y cortante.
Parecía ser que ninguno de los presentes conocía Picón. ¿Se encontraría en Euskal Herria?
-Cada noche subía yo a Picón -prosiguió el interesado-, un poco más arriba de la casa donde mal vivía Melchor. Salvo el valor de los mineros, todo era miseria. No había luz, ni en las calles ni en las casas. Hasta escaseaban los candiles de carburo.
Pero, desde Picón se veía claramente iluminada la margen derecha de la ría de Bilbo. Tenían luces en las casas y en las calles. Y, desde allí, donde vivía la oligarquía vasco española, ellos, los dueños de minas y de hombres, contemplaban la explotación de los mineros.
¡Qué poca distancia geográfica separaba la vida de la muerte!
Euskal Herria dispone de una largura aproximada de 232 kilómetros. Desde cerca del campo de concentración de Gurs por el este, meridiano 00 45', hasta Cantabria, meridiano 30 25'. Claramente pertenecemos al mundo occidental. Y nos parece que es imprescindible conocer Nicaragua, Cuba o Bretaña porque nos enseñaron que debemos conocer otras culturas. Pero no nos dijeron cuáles.
Y ¿Picón, existe? Picón, en pleno monte, es un barrio de Triano, en Gallarta, en la zona minera de Bizkaia. Ahora se le conoce un poco más porque las autoridades, con el fin de destruir la historia de opresión y de miseria de propios y extraños, han construido un campo de golf.
Pero en Picón, en Las Calizas, en Gallarta, en Peñas Negras, en Triano, en Matamoros, en La Arboleda, en las famosas minas de hierro de Bizkaia, descritas hace 22 siglos por Plinio el viejo, allí habitaron niños, mujeres y hombres hambrientos, enfermos, desarrapados, explotados por insaciables ricachones vascos y españoles, antes, durante, y después de Franco. Porque para las minas y mineros no existe más que la dictadura, el desprecio y la esclavitud.
Hoy, siglo XXI, nada de lo que fue Meatzaldea, existe. Los prohombres políticos lo han hecho desaparecer. Ni un solo vestigio de abandono, de opresión y esclavitud. Únicamente sobresale un campo de golf.
En el Reino español, se continúa destruyendo subsuelo a base del desprecio de hombres. En las minas de carbón de Asturias se les adeudaban meses de salarios. El Gobierno, denominado socialista, no controla las ayudas permanentes que se conceden a los propietarios del subsuelo, ni tampoco garantiza que en el reino tenga prioridad el consumo del carbón propio...
-¡Todo depende de Bruselas! -Dicen- Y es que ¡las responsabilidades las tienen otros! Nuestros políticos, viven.
Los mineros se enfurecen y encienden. Con toda razón. Los sindicatos, subvencionados por el gobierno, reaccionan tímidamente pidiendo un día de huelga. En las zonas mineras del Reino español se anuncian huelgas para los días 22 al 30 de setiembre. Encierros en el ministerio de industria con huelga de hambre incluida.
Empieza la Marcha Negra hacia Madrid: «200 mineros inician entre lloros y aplausos la segunda marcha de la historia...». Luego han sido 500 más desde las cuencas del Caudal y del Nalón... son ya tres las marchas, después, cuatro. Y se han unido León, y Aragón, y Castilla-La Mancha.
Por eso, el Consejo de la Unión Europea debate esa misma semana el reglamento que propone suprimir las ayudas a este sector únicamente a partir del 2014. Por eso «Los mineros deciden finalizar `la marcha negra' en León, y no ir a Madrid, tras la aprobación de Bruselas de las ayudas al carbón hasta 2014» (EFE, 30/09/2010) «Los mineros también deciden volver a trabajar si antes les pagan las nóminas pendientes».
«El gobierno español ha aprobado este viernes (29 de octubre) un decreto para fomentar el consumo del carbón nacional para generación eléctrica hasta el 2014» (Reuters) «Los sindicatos se encuentran satisfechos con los resultados de las huelgas». Y es que ellos están subvencionados..
Los mineros en Bizkaia. Los mineros en Asturias. Los mineros en Chile. «El rescate de los 33 mineros liberados desde el fondo de la mina San José, en el desierto chileno, al norte el país, ha desatado una gran alegría en todo el mundo, pero desgraciadamente, la emoción del momento ha dado paso a una triste realidad: la grave inseguridad laboral que existe en Chile, y especialmente en los yacimientos mineros». Chile vive fundamentalmente de la minería, de unas 4000 minas situadas sobre todo al norte del país. Sin hablar de la falta de seguridad en muchas de las minas, se tienen censados más de 403 mineros muertos en los diez últimos años.
Según Dick Emanuelsson -Argenpress. Inf-, «Las escenas de hoy en Chile hacen recordar la situación vivida el año 1964, también en el norte chileno. Cuando siete mineros quedaron enterrados en la mina Flor de Te, en Andacollo. El esfuerzo y la vitalidad de los trabajadores permitieron vencer la muerte. Los siete mineros fueron rescatados con vida. Como ahora, fueron héroes nacionales, como los de Copiapó. También les prometieron de todo, jubilaciones eternas, automóviles, vacaciones, etc. Al final las promesas se las llevó el viento del desierto que mezclado con arena tapa todo. Los mineros fueron olvidados y también las promesas. Ellos siguieron su difícil vida, y las minas continúan su peligrosa actividad».
No puedo dejar de citar unos textos sangrantes. Los de Eduardo Galeano en Las venas abiertas de América latina, «La epopeya de los españoles en América combinó la propagación de la fe cristiana con la usurpación y el saqueo de la riqueza de los nativos... En 1543 llegó a Sevilla el gigantesco rescate, un aposento lleno de oro y dos de plata, que Francisco Pizarro hizo pagar al inca Atahualpa antes de estrangularlo».
«La división internacional del trabajo, tal como fue surgiendo con el capitalismo, se pareció más bien a la distribución de funciones entre un jinete y un caballo...».
«Bolivia, hoy uno de los países más pobres del mundo, podría jactarse -si no resultara patético e inútil- de haber nutrido la riqueza de los países ricos».
«La plata y el oro de América latina penetraron como un ácido corrosivo, al decir de Engels, por todos los poros de la sociedad feudal moribunda de Europa, y al servicio del naciente mercantilismo capitalista. Los empresarios mineros convirtieron a los indígenas y a los esclavos negros en un numerosísimo `proletariado externo' de la economía europea».
No conocemos Picón en Meatzaldea, porque los mismos explotadores destruyeron las pruebas de su propia inmoralidad, justificando la barbarie en pro de su propio enriquecimiento. Pero hoy Picón continúa existiendo en muchas partes del mundo. Es el símbolo de la explotación minera.