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Amaidan, un saharaui con las piernas en la behobia y la cabeza en EL aaiún

Entre los 20.000 inscritos para esta Behobia y sus acompañantes habrá muchos solidarios con la causa saharaui y lo podrá comprobar mañana en directo Salah Amaidan, atleta y refugiado político, que se estrena en la popular donostiarra con las piernas aquí y la cabeza allí.

Miren SÁENZ

Salah Amaidan se ha pasado la semana pendiente de las pocas y confusas noticias llegadas desde El Aaiún, el lugar donde nació hace 28 años, estos días de triste actualidad tras el asalto perpetrado por las fuerzas policiales marroquíes que el lunes atacaron el campamento de protesta instalado desde octubre en las afueras de la ciudad más importante del Sahara ocupado.

Dolido y preocupado por los últimos acontecimientos, toda su familia vive allí y el jueves se enteró de que entre las víctimas mortales estaba un primo suyo de 18 años. «Hay casi 4.500 heridos y 2.000 desaparecidos. La gente está encerrada en sus casas en una situación muy dura. Las comunicaciones son muy difíciles porque los marroquíes han quitado las coberturas», relata junto al mar, en las cercanías de la Feria del Corredor donde está siendo requerido por los medios de comunicación por motivos deportivos, pero también políticos.

Amaidan, cuyo nombre y apellido están relacionados con la lucha, es el cuarto hijo de una familia de nueve hermanos. Se inició en el atletismo a los 10 años. Integrado en el equipo marroquí, fue triple campeón de Marruecos de cross (1996, 1997 y 1999), subcampeón de África en 5.000 metros (1999) y de Marruecos en 3.000 (2000). Sin embargo, ni el centro de alto rendimiento de Rabat, ni sus éxitos deportivos, le alejaron de la realidad de su pueblo. En 1999 participó en la gran huelga, lo que le costó 16 días de cárcel que no fueron a más tras las presiones de distintos estamentos del mundo deportivo.

El gesto

En 2003, un gesto le llevaría al exilio. Cuando se disponía a ganar una carrera de 8 kilómetros en la localidad francesa de Agde, a donde se había desplazado con el equipo marroquí, desplegó la bandera de la RASD -República Árabe Saharaui Democrática- y del podio se fue a solicitar asilo político. Desde entonces corre por el mundo con los colores de la RASD en su camiseta y la tarjeta federativa gala en el bolsillo. Ahora atraviesa un momento difícil, se ha quedado sin equipo por culpa «de la presión marroquí».

En sus apariciones por Euskal Herria ha logrado encaramarse al podio. Hace un par de años ya disputó con victoria los 15 kilómetros en Bilbo, también el medio maratón de la capital vizcaina, en donde obtuvo la segunda posición, el mismo puesto que en la última Carrera del Encierro de Iruñea.

Se considera mediofondista, aunque reconozca su versatilidad para carreras de mayor recorrido «los saharauis estamos para correr lo que sea», asegura. Su mejor registro en medio maratón es de 1 hora y 3 minutos, pero no se siente capaz de establecer un pronóstico para esos 20 kilómetros largos que hasta ayer sólo había visto en papel. «No me importan las cuestas y aunque físicamente estoy bien, mentalmente no tanto. Tengo la cabeza allí, aunque voy a hacer lo que pueda». Ahora descubrirá la intensidad de la Behobia en donde podrá desplegar su bandera sin ningún tipo de problemas. Lo espera hacer en la salida y en la meta, bajo el sonido del zgaritt, el tradicional irrintzi saharaui que sus compatriotas entonarán en la llegada. La jornada le va a resultar cercana por más motivos. Los comités del herrialde encargados de fomentar el Sahara Marathon, esos 42,195 kilómetros entre El Aaiún y Smara que en febrero reciben a corredores de medio mundo, presentarán la convocatoria para la próxima edición tras la Behobia.

Amaidan participará en este acto que se llevará a cabo en los arkupes del Ayuntamiento si llueve y en la terraza junto al Náutico si escampa. También en la Feria del Corredor, instalada en el Kursaal, se ha montado una jaima para informar y animar a la gente a apuntarse a esa aventura solidario-deportiva.

Los Juegos Olímpicos y los Campeonatos del Mundo son el sueño de Amaidan, aunque ha dejado claro que no tiene ninguna intención de competir con otra camiseta que la suya. Para la IAAF, la Federación Internacional de Atletismo, Amaidan es marroquí y para el Comité Olímpico Internacional su país, como tal, no existe, al menos no como uno de sus miembros.

«Estamos a la espera de lo que se decida de cara a Londres'2012», adelanta este atleta que muestra su agradecimiento al Club Deportivo Fortuna para que una vez más pueda correr por el Sahara.

Un irlandés, un saharaui, un griego... y otros 20.478 inscritos

La inscripción de la edición número 46 de la Behobia ha llegado a los 20.478 inscritos. En las cuentas del Fortuna se puede comprobar que más de la mitad son vascos, con Gipuzkoa lógicamente a la cabeza de la lista con 7.483 apuntados.

La entidad organizadora ha contabilizado 17.805 dorsales procedentes del Estado español. Los catalanes continúan demostrando su fidelidad por la prueba con 2.047 dorsales, de los cuales 1.797 se atribuyen a Barcelona. Los 2.585 asignados al Estado francés constituyen otro de los fijos a tener en cuenta. Hay tantos belgas como británicos, 19, 10 alemanes, tantos andorranos como estadounidenses e italianos, 8, tantos finlandeses, como suecos y holandeses 4, 3 portugueses y sólo un saharaui, un irlandés y un griego. Otra cosa serán los atletas que finalmente se planten en la salida -10.20 las sillas de ruedas, 11.40 patinadores y 11.00 a pie-. El año pasado faltaron 3.000. M.S.

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