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Kepa Junkera cierra la trilogía de música tradicional vasca con «Herria»

Con la habitual calidad técnica e interpretativa al acordeón, aunque dejando mucho aire para los músicos invitados, Kepa Junkera recorre lugares como Oakland, Boise, San Francisco, Los Ángeles, San Antonio, Atenas, Hawai... para dar fin a la trilogía internacional que comenzó con «Etxea» en 2008 como parte de un ambicioso proyecto que contaba con el objetivo de dar a conocer el euskara y Euskal Herria en diferentes lugares del mundo.

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Pablo CABEZA | BILBO

En 2008 comenzó físicamente la trilogía «Etxea» (iniciado con la polémica de las subvenciones), le siguió en 2009 «Kalea» y, ahora, «Herria». Tres cedés que, con sus setenta y cuatro canciones tradicionales, han recorrido un buen trecho de mundo. «Un viaje que recuerda por su dimensión al llevado a cabo por nuestros antepasados para buscarse la vida en otros territorios, donde pusieron todas sus ilusiones y esperanzas por una vida mejor. Así se cierra un ciclo y se completa un proyecto intenso y de mucho esfuerzo», apuntan desde la productora KAP, una de las puntas de este enorme esfuerzo que concluye en 2010, con la publicación de estas veintitrés canciones.

En esta ocasión, «Herria» se ha grabado en Nueva York, Oakland, París, Casablanca, Estambul, Atenas, Boise (Idaho), San Francisco, Los Ángeles, San Antonio (Texas), Hawai y Bilbo.

Para el músico de Errekaldeberri, lo más complicado de todo esto no reside en el aparta- do instrumental, «a eso estoy acostumbrado, el verdadero reto es el vocal».

Al respecto, un vídeo de Beñat Fontaneda nos muestra a una serie de vocalistas hablando del euskara y su experiencia. La mayoría coincide en que es un idioma muy musical y, a la par, complejo. Un músico caribeño apunta, «el idioma se las trae». Sin embargo, una vocalista de Corea del Sur, Sunny Kim, residente en Nueva York, canta a capella «Boga boga» con soltura y naturalidad, parece incluso una de las voces temperadas y formales de Ipar Euskal Herria, pero estamos viendo sus rasgos en el documental, así que no hay duda, en especial tras la confirmación de la nacionalidad de la cantante por parte de Junkera, quien además precisa: «Cuando llegué al estudio le comenté que tomara la letra de la canción para cantarla, a lo que me dijo que ya se la había aprendido de memoria».

David Douglas, nombre que Junkera destaca en varias ocasiones (quizá por ser un notable músico de la escena internacional del jazz), comenta que el euskara le ha parecido un idioma diferente, singular, pero muy atractivo. Otro de los participantes en la obra asegura entusiasmado «que no suena a nada que él haya conocido». Y una de las vocalistas de «Herria» apunta que tiene entendido «que proviene del Cáucaso y que es una lengua muy bonita para cantar».

Para Kepa Junkera, finalmente, el balance «no puede ser más positivo. Es una pasada y me siento muy orgulloso de todo el ciclo. ¿He extendido la cultura vasca? Cuando sales a la calle [al mundo] te das cuenta de que sólo has puesto un grano más en el desierto».

TRADICIÓN

Veintitrés canciones integran «Herria», con títulos tan populares como «Boga boga», en una doble versión, «Hator hator», «Egun da Santi Mamiña», «Ederra zira maitea», «Ardo gorri naparra» o «Agur Xiberua».

Ficha

Autor: Kepa Junkera.

Título: «Herria».

Discográfica: Warner Music.

Formato: Doble cedé y dos cuadernillos. Apertura en cuatro partes más envoltura.

Tiendas: Ya a la venta.

Seis discos en tres años, un trabajo de Guinness

«Todo comenzó en 2008 con `Etxea', pero ya había una planificación anterior. `Etxea' fue la base que nos ha servido para ver cómo trabajar en los discos posteriores. Tener un buen equipo es fundamental, así como contar con productores capaces de seleccionar y encajar las piezas. Desde el patrón todo ha sido más fácil en los dos discos siguientes». Si se ojean las cifras se entiende la dimensión de cada proyecto: «Etxea» contó con 42 vocalistas y 15 músicos», «Kalea» se disparó: 47 vocalistas y 42 músicos, por último, «Herria» arrasa con todo: 66 vocalistas, contando algún coro, y 71 músicos. Sin olvidar que en este tiempo Junkera también ha editado tres cedés más: «Provença sessions», «Habana sessions» y «Beti bizi». Todo de Guinness.

En el final de la charla, Kepa va dando las gracias a las diferentes personas y entidades que le han acompañado en este intenso viaje, pero cuando llega al último nombre las emociones acumuladas y los sacrificios pasados ahogan su voz. El músico se toma unos segundos, en la espera unos minutos, y consigue balbucear el nombre de su compañera, Miren Goikuria. P. C.

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