GARA > Idatzia > Euskal Herria

Crónica | III campeonato de mus de Euskal Herria

Un nuevo órdago a las mugas que dividen los siete herrialdes

Muy probablemente van a ser decenas de miles de órdagos y no se trata de ningún farol. Ayer se presentó en Iruñea el tercer Campeonato de Mus de Euskal Herria, con el reto de ampliar la participación, que en la anterior ocasión fue de 1.800 parejas, 3.600 personas. El periodo de inscripción para los «muslaris» ya está abierto.

p015_f01_100x100.jpg

Aritz INTXUSTA

El mus no entiende de mugas. Con pocas variantes, se trata del juego de sobremesa más extendido en Euskal Herria. Ayer, siete muslaris de los siete herrialdes pusieron sobre el tapete que una baraja puede servir como un nuevo puente de unión para este pueblo, al igual que la pelota o el herri kirolak. Con la ventaja de que no es necesario ser un morrosko capaz de levantar una piedra de 300 kilos y, de hecho, no hace falta ni levantarse de la mesa. Más allá del estereotipo del hombretón panzudo patxarán en mano, este juego no tiene edad ni sexo.

La organización propone crear una tela de araña de eliminatorias, pueblo a pueblo y, prácticamente, bar a bar. Para superar la ronda habrá que desembarazarse primero del vecino para trepar dentro del torneo hasta que sólo queden los mejores. Cada pueblo tendrá que reunir al menos a cuatro parejas para enviar una al campeonato provincial. A las fases finales pa- sarán varias parejas por cada herrialde, dependiendo del número de inscripciones. En la edición pasada, Gipuzkoa y Nafarroa Garaia aportaron el mayor número de muslaris y llevaron a la segunda ronda 32 parejas cada una.

Clasificarse no resultará nada fácil, si en el primer campeonato se apuntaron 1.120 parejas, el año pasado se llegó a 1.800 y, para esta edición, la organización no se conforma con menos de 2.000. La gran mayoría se irá para casa con una baraja de recuerdo y después de haber pagado alguna que otra ronda, además de los 10 euros por cabeza que cuesta la inscripción, otros se harán con la txapela y un buen montón de premios.

El reto es llegar a Urruña, hasta la final que, como no podría ser de otra forma, se jugará en un frontón, el de Sokoa. Apunta a convertirse en una maratón, un campamento por fases que se alargará todo del día y con pausa para comer, que tampoco hay que sufrir. La final ya tiene fecha: 12 de marzo. Las fases clasificatorias serán en función de las inscripciones.

«A esto se apunta todo tipo de gente», explica Mikel Luloaga, uno de los organizadores y miembro de Bai Euskal Herriari. «Hay quien se inscribe por hacer pueblo y luego no sabe ni qué son las treinta y unas. Y otros, que no salen del bar ni queriendo, no conocen ni el nombre de las siete capitales, pero les tira la baraja y se mueren por la txapela».

Pero sea por orgullo, por Euskal Herria, por los más de 40.000 euros en premios o, simplemente, por jugar unas manos, lo cierto que es que los participantes se mueven. «El año pasado, hubo gente de Maule que, para acudir a la final de Segura, tuvo que levantarse y coger un autobús a las seis de la mañana», continúa Luloaga. «Después hay piques, que si estos hablan en francés y no se les entiende, aunque quizá estén hablando en un dialecto de Lapurdi, que si estas normas no son las buenas... Pero en parte se busca eso, porque lo importante es que la gente se conozca, que comprueben qué cosas les unen y qué poco les diferencia».

Los que quieran batirse pueden consultar en la página web www.euskalherrikomustxapelketa.org. Allí también se describen las normas en euskara, francés y castellano, así como instrucciones para ayudar a la organización. La página se irá llenando de fotos conforme avance el torneo y se anunciarán el lugar y la hora de los próximos enfrentamientos.

Las cartas sobre la mesa

El labortano Mitxel Etxeberri, arropado por Raúl García (Araba) y Nekane Pérez (Nafarroa), se encargó de presentar el campeonato pero también subrayó la necesidad de crear una Federación de Mus para Euskal Herria. «El mus está más extendido de lo que pensamos. Como ya se sabe, también se organiza el campeonato mundial cada cuatro años. Por eso, y para representar a Euskal Herria en el mundo necesitamos una federación y ya estamos dando los pasos para su creación».

En el frontón Sokoa de Urruña los mejores muslaris de Euskal Herria se batirán por la txapela y el trofeo, que irán acompañados de 3.000 euros y un viaje internacional para cuatro personas. Los subcampeones recibirán 1.500 euros y un viaje y, el tercer y el cuarto, 500 euros, matrículas para aprender euskara y un fin de semana en un hotel. Por otra parte, los mejores de cada herrialde también recibirán txapela. Que comience el duelo.

 

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo