Javier Camuñas puede marcar en rojo esta semana. El centrocampista madrileño se reintegró ayer al trabajo de grupo en el regreso de Osasuna a los entrenamientos, un mes después de que una microrrotura le enviara a la enfermería. El domingo puede redondearla regresando al once titular.

Todo apunta, al menos, a que sustituirá a Masoud en el choque frente al Sporting, igual que Sergio parece tener muchas posibilidades de relevar a Damiá. El único cambio seguro, de todas maneras, llegará en el lateral, después de que el Comité de Competición sancionara ayer con un partido a Natxo Monreal tras la expulsión que sufrió en el Vicente Calderón. Nelson se hará con el puesto del jugador navarro.

Camuñas no quiso avanzar nada sobre sus posibilidades, ya que de momento se conforma con la satisfacción de reintegrarse al trabajo, algo que ha hecho con «muy buenas sensaciones». «Tenía ganas -reconoció-. Parece que no, pero al final ha sido un mes de baja y no esperaba que fuera tanto. Tuvimos un contratiempo, nunca había tenido una lesión tan larga, y la verdad es que cuando uno entrena solo entiende a la gente que padece lesiones largas».

Sus problemas físicos le han convertido en un espectador de lujo de Osasuna, aunque su diagnóstico coincide con el de la mayoría. Los rojillos deben evitar caer en la bipolaridad que les hace llegar siempre forzados a El Sadar. «No se puede cambiar tanto de imagen. Tenemos que tener un cambio de mentalidad porque fuera de casa no estamos bien, no estamos finos. Fuera nos cuesta mucho y es significativo, porque tenemos un nivel alto de sacrificio», lamentó el centrocampista, que recordó que «el año pasado ganamos varios partidos como visitantes. Es cuestión de creer más en nosotros y mantener la solidez defensiva, y me refiero a todo el equipo. Hay que mantener la intensidad y ser tan fuertes como ya lo fuimos la temporada pasada», insistió.

Afortunadamente, el domingo toca en casa, donde «somos fuertes, difíciles de ganar y tenemos mucha confianza con nuestra gente». Camuñas, además, ve al equipo «animado y esperando sacar un par de resultados positivos», aunque insistió en que esa dinámica será imposible si «fuera de casa no estamos al mismo nivel. Tenemos que cambiar la imagen y algunas cosas porque sabemos que también podemos hacer daño fuera de casa».

Baja y dudas

El Sporting, por su parte, regresará hoy al trabajo, con doble sesión de entrenamiento.

Manolo Preciado ya sabe que no podrá contar en El Sadar con Botía, sancionado por la expulsión que sufrió el domingo, y cuenta de momento con las dudas de Diego Castro, Juan Pablo y Eguren, que acabaron el partido frente al Real Madrid con algunos problemas físicos.