Crisis financiera en Irlanda
La UE y el FMI preparan el plan de rescate del sector bancario irlandés
La UE y el FMI preparan un plan de rescate que se centrará en el sector bancario irlandés, cuya limpieza va a costar unos 50.000 millones de euros y disparará el déficit público hasta el 32%. El Gobierno irlandés se resistió a las presiones para que solicite un rescate económico de la UE y recurra al fondo de 750.000 millones que ha utilizado Grecia. Dublín afirmó que tiene asegurada la financiación hasta mediados de 2011.
GARA | BRUSELAS
La negativa de Irlanda a pedir asistencia del fondo de 750.000 millones de euros que se creó en mayo retrasó ayer el plan de rescate que preparaban la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para frenar el contagio de los problemas de deuda a otros países periféricos como Portugal y el Estado español y evitar una «crisis de supervivencia» de la eurozona.
Irlanda alegó que cuenta con financiación para su sector público al menos hasta mediados de 2011. La limpieza del sector bancario irlandés va a costar alrededor de 50.000 millones de euros y disparará el déficit público hasta el 32%.
Según divulgó la agencia Efe, Irlanda se ha comprometido únicamente a una negociación «corta y concreta» con la Comisión Europea, el FMI y el Banco Central Europeo (BCE) para «determinar la mejor forma de aportar todo el apoyo necesario para hacer frente a los riesgos del mercado, en particular en el sector bancario», según anunció el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker. El Eurogrupo actuará «de forma determinada y coordinada para salvaguardar la estabilidad financiera de la eurozona si es necesario», afirmó Juncker en referencia al fondo de rescate.
Por su parte, el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, anunció el envío a Dublín de una misión de la Comisión, el BCE y el FMI para discutir sobre los bancos y resaltó que esta iniciativa «puede considerarse como una intensificación de los preparativos de un posible programa de rescate, con un especial acento en el sector bancario, si este programa se pide y es necesario». Rehn eludió comentar plazos y dijo que resulta «prematuro» hablar de cantidades. Durante la reunión del Eurogrupo, el ministro portugués de Economía, Fernando Teixeira Dos Santos, comunicó a sus colegas que Portugal tampoco tiene ninguna intención de pedir ayuda del fondo de 750.000 millones de euros.
El primer ministro irlandés, Brian Cowen, afirmó que Irlanda tiene cubiertas sus necesidades económicas hasta mediados del próximo año y defendió su plan cuatrienal de ajustes, que será presentado la próxima semana, generará un ahorro de 15.000 millones de euros y reducirá el déficit hasta el 3% de Producto Interior Bruto en 2014.
Cowen calificó ante el Parlamento de Dublín (Dáil) de «mal documentadas e inexactas» las informaciones que indican estos días que Irlanda ha solicitado «ayuda exterior». Su comparecencia coincidió con las reuniones que mantuvieron durante toda la jornada representantes de la UE, el FMI y el Banco Central Europeo para tratar de encontrar una solución a la crisis irlandesa.
Los mercados de la deuda continúan ejerciendo presión sobre la economía de este país al mantener el bono irlandés a 10 años, el principal referente sobre el riesgo de una suspensión de pagos, por encima del 8%. El ministro irlandés de Asuntos Europeos, Dick Roche, afirmó que «existe un problema de liquidez con los bancos, pero no creo que la respuesta apropiada sea que cunda el pánico entre los ministros de Economía». El vicepresidente del BCE, Vitor Constancio, consideró que, aunque Irlanda debe decidir por sí misma si necesita ayuda externa, si lo hace la situación se estabilizará.
Según el diario «The Wall Street Journal», además del plan para la banca, los ministros europeos de Economía estudian un plan de rescate de la economía irlandesa que oscilaría entre los 80.000 y 100.000 millones de euros, en el que pretenden contar con la colaboración de Gran Bretaña y el FMI. Un funcionario comunitario involucrado en las conversaciones indicó al periódico que el coste del plan oscilaría entre 80.000 y 100.000 millones de euros. «El FMI aportaría como mucho la mitad del importe, mientras que el resto procedería de manera combinada de la UE y Reino Unido», explicó el rotativo. De hecho, Irlanda es uno de los principales mercados de la banca británica, que cuenta con una considerable exposición al país.
Con la limitación del rescate al sector bancario, el Ejecutivo de Dublín podría evitar pactar un duro paquete de reformas y condiciones con sus acreedores, que es el requisito asociado al empleo del mecanismo de asistencia financiera aprobado por la UE la pasada primavera, tras la crisis de Grecia.
«Cortina de humo»
Sin embargo, representantes de otros países de la zona euro apuntan que esta distinción entre el presupuesto de Irlanda y los recursos destinados a recapitalizar su sector bancario es en gran medida una «cortina de humo» con propósitos domésticos, ya que siempre sería el Gobierno irlandés, y no los bancos, el que recibiría el préstamo y deberá devolverlo.
El Gobierno griego, a cambio de un préstamo de 110.00 millones de euros, ha puesto sus cuentas bajo la vigilancia estrecha de la UE y el FMI, que le han obligado a congelar los salarios de los funcionarios durante tres años; reducir salarios y pensiones; aumentar la edad media de jubilación y el número de años de cotización para obtener la pensión máxima; paralizar las contrataciones de empleados públicos; aumentar impuestos; congelar las inversiones, y privatizar numerosas empresas públicas. El efecto inmediato ha sido una contracción del PIB de un 1,5% y un aumento del paro del 43%. Las medidas han sido respondidas con seis huelgas generales.
«No quiero hablar específicamente de Irlanda o Portugal», pero «en esas situaciones hay que actuar muy, muy rápidamente», dijo el secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner, que aconsejó una combinación de reformas y respaldo financiero.
El presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, admitió ayer que la eurozona vive una «crisis de supervivencia» «Tenemos que trabajar juntos porque si la eurozona no sobrevive tampoco sobrevivirá la Unión Europea», advirtió.
Lo inyectado por el Estado irlandés para rescatar a la banca representa casi el 20% del PIB. Nada menos que 31.000 millones de euros. Esto disparará el déficit público en 2010 hasta un 32%, frente al 14,4% anunciado por Bruselas para 2009.
El Tesoro Público español adjudicó ayer 4.974 millones de euros en Letras a 12 y 18 meses, con un interés marginal del 2,450% para las letras a un año -por encima del 1,859% de la puja anterior- y del 2,747% para las de 18 meses -también superior al 2,028% precedente-.
De esta forma, el Tesoro se acerca bastante a su objetivo de colocación, que oscilaba entre 4.500 y 5.500 millones de euros, aunque se ve obligado a elevar el interés ante las dudas sobre las economías de los países periféricos de la zona euro y el posible rescate financiero de Irlanda por parte de la Unión Europea.
Pese a todo, el interés de los inversores no decae, como demuestra el hecho de que la demanda de estos títulos de deuda superó una vez más a la oferta en ambos casos. Así, los inversores solicitaron títulos a 12 meses por importe de 7.098 millones de euros, de los que finalmente les fueron adjudicados 3.731 millones, en tanto que lograron hacerse con 1.243 millones en letras a 18 meses de los 4.555 millones que habían solicitado.
La valoración de la deuda española, así como la irlandesa y la portuguesa, depende ahora de las decisiones de los ministros de Finanzas de la zona euro, que ayer se reunieron en Bruselas para analizar la evolución de una nueva crisis de la deuda pública en la zona y la preparación de un eventual rescate de esos países.
Consecuencia de estas tensiones en los mercados, la semana pasada tanto el diferencial de la deuda soberana como los seguros de impagos de deuda (CDS) del Estado español, Portugal, Grecia e Irlanda alcanzaron máximos desde la creación del euro, incluso por encima de los niveles previos a la publicación de las pruebas de estrés a las que se sometieron las entidades financieras europeas en julio.
Grecia, otro de los llamados países «periféricos» de la zona euro, que fue rescatado antes del verano, también celebró ayer una subasta de títulos del Tesoro a tres meses, con el objetivo de obtener 300 millones de euros, sólo un día después de la revisión al alza de las cifras del déficit fiscal griego publicada por la Comisión Europea, que reclama mayores medidas de austeridad. La próxima subasta del Tesoro español tendrá lugar mañana, esta vez de Obligaciones a 10 y 30 años, con un objetivo de colocación de entre 3.000 y 4.000 millones de euros. GARA
En la crisis irlandesa, el Estado español no sólo se juega el riesgo de contagio y la consiguiente caída de confianza en su capacidad de hacer frente a la deuda, sino que también puede salirle cara por el dinero comprometido directamente en la deuda del país del trébol.
Según publica «cotizalia.com», junto a la deuda portuguesa, están en juego, en concreto, unos 130.000 millones de euros, el equivalente al 13% del producto interior bruto (PIB) español.
Mientras en Grecia los intereses españoles eran irrelevantes, los lazos económicos y financieros con esos países son especialmente fuertes. En particular Portugal, donde el Estado español es acreedor por 110.000 millones de euros.
De esta cantidad -según datos del Banco de Pagos Internacionales (BIS)-, unos 70.000 millones de euros han sido generados por el sector privado no bancario. El resto lo adeudan el sector público y las entidades financieras portuguesas.
Los datos del BIS ponen de relieve que la exposición española a Portugal es la más importante entre los países de la eurozona (el doble que el Estado francés o Alemania). El sector privado español ha financiado buena parte del desarrollo portugués durante los últimos años, señala la citada página web. Por su parte, Irlanda debe al Estado español cerca de 20.000 millones de euros, de los que la mayor parte son del sector privado.
Según datos del BIS, la exposición de la banca europea a la deuda española ascendía hasta el pasado 30 de junio a 727.000 millones de euros. De esa cantidad, las dos terceras partes se adeudan a acreedores franceses y alemanes: 248.000 millones de euros en el primer caso y 202.000 millones en el segundo. GARA
El Comité Europeo de Supervisores bancarios repetirá en 2011 las pruebas de solvencia a los bancos de la Unión Europea que este año llevó a cabo sobre 91 entidades «para valorar la capacidad de recuperación de las instituciones financieras».