La Real comienza hoy su prueba del algodón, la fase de calendario que determinará donde estará en la tabla. El equipo blanquiazul atraviesa su mejor momento de juego y de resultados y un triunfo ante el Atlético permitiría reforzar la confianza y la tranquilidad y serviría para mirar más a la zona media que a los puestos de descenso.

Lasarte se marcaba el viernes el objetivo de que sus jugadores mantengan ante rivales más poderosos el nivel dado hasta ahora en Anoeta. El mejor rendimiento en casa lo han ofrecido ante los mejores, Real Madrid y Villarreal, y la motivación con la que saldrán todos los blanquiazules esta tarde será incluso mayor, porque al Atlético es un equipo al que se le tienen muchas ganas de vencer en Anoeta.

Para ello se espera que Lasarte dé continuidad a su once habitual, con la única duda de Elustondo y Zurutuza, que fue la novedad en la lista al entrar en detrimento de Estrada. Pudieran jugar juntos incluso los dos, en lugar de otro pivote, pero sería inesperado. La misión de los que jueguen en el centro será repetir el buen trabajo de Alicante, donde con los tres jugadores más adelantados realizaron una excelente presión en el primer tiempo. El objetivo, en una semana sin viajes ni partido entre semana, será aguantar ese nivel los noventa minutos.

Precedentes positivos

A diferencia de Alicante, a favor de la Real juega la estadística. El Atlético de Madrid nunca ha ganado en Anoeta y su última victoria en Atotxa fue en la temporada 91-92. Desde entonces, la Real ha logrado once victorias y dos empates con los rojiblancos en casa. Peor es la estadística realista contra los equipos entrenados por Quique Sánchez Flores, con dos empates y cuatro derrotas. Pero los que juegan son los futbolistas y saltar a un campo en el que saben que nunca han ganado siempre genera dudas. Las rachas están para romperlas, pero cuesta hacerlo.