CUMBRE EN LISBOA
Rusia acepta con reservas participar en el escudo antimisiles de la OTAN
Con el escenario para la fuga de Afganistán previamente acordado, la cumbre de la OTAN pactó con Rusia estudiar conjuntamente las posibilidades de cooperación en el desarrollo del escudo antimisiles en Europa. Sin embargo, Moscú expuso sus reticencias y reclamó que para que la colaboración sea efectiva Rusia tiene que actuar en plan de igualdad con los aliados. Obama, por su parte, aprovechó para hacer campaña a favor del tratado Start.
GARA | LISBOA
La OTAN y Rusia acordaron estudiar conjuntamente la posibilidad de cooperar en el desarrollo de un sistema de defensa frente a un ataque con misiles, anunció el secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen.
El presidente ruso, Dimitri Medvedev, aceptó la propuesta que le fue presentada ayer por los países de la Alianza Atlántica para explorar las posibilidades de llevar a cabo una cooperación conjunta en un escudo para proteger todo el territorio europeo de un eventual ataque con cohetes balísticos.
Rasmussen hizo el anuncio durante una conferencia de prensa tras la cumbre entre la OTAN y Rusia, la primera desde 2008.
Según el dirigente de la alianza militar, los detalles de esa posible cooperación «no pueden ser todavía concretados» y lo que se ha acordado es «iniciar un análisis» para ver si se puede desarrollar esa cooperación ya que hay cuestiones técnicas que es preciso aclarar.
Para ello, se ha encargado al Consejo OTAN-Rusia, el órgano a través del que se canalizan las relaciones entre ambas partes, que realice un informe sobre la cooperación en materia de defensa antimisiles.
El dirigente de la OTAN consideró que la cumbre de ayer con Rusia abre «un nuevo comienzo» en las relaciones entre los antiguos adversarios, de los que dijo que se ha convenido que ya «no representan una amenaza mutua».
Además, la OTAN y Rusia acordaron cooperar en otras áreas, entre ellas, la lucha «contra el terrorismo», la piratería y la proliferación de armas de destrucción masiva.
Rusia va a incrementar su ayuda a Afganistán con el entrenamiento de pilotos de helicópteros, destacó Rasmussen, que dijo que abrirá también un segundo centro de entrenamiento de especialistas de lucha antidroga para personal de países centroasiáticos.
En el comunicado oficial de la reunión, la OTAN y Rusia afirman que ayer dieron comienzo a «una nueva fase de cooperación hacia una auténtica asociación estratégica» y destacan que la seguridad de «todos los estados miembros de la comunidad euroatlántica es indivisible y la seguridad de la OTAN y de Rusia están muy estrechamente ligadas».
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, valoró el acuerdo alcanzado y afirmó, en una conferencia de prensa, que Rusia «es un socio y no un adversario» de la OTAN.
Sin embargo, la declaración de la OTAN en Lisboa fue acogida con escepticismo y frialdad en Moscú. El embajador ruso ante la Alianza, Dimitri Rogozin, reveló que en el documento «la OTAN declara que no es una amenaza para Rusia, pero el texto no dice si la OTAN considera a Rusia una amenaza».
Expertos y medios rusos señalaban ayer que algunos de los más antiguos miembros de la OTAN, como Alemania, deseaban un mayor compromiso de la Alianza hacia Rusia, pero que no fue posible.
En Moscú se culpa de esta imposibilidad a los nuevos socios de la OTAN, como los países bálticos, que consideran a Rusia como su principal enemigo.
«No se podía esperar una declaración más positiva de la Alianza hacia Rusia teniendo en cuenta las circunstancias actuales», indicó una fuente alemana no identificada citada por varios medios rusos.
El propio Medvedev, desde Lisboa, condicionó la participación de Rusia en el escudo antimisiles a que la colaboración con la OTAN se desarrolle «en pie de igualdad y con transparencia».
No obstante, dijo que Rusia está dispuesta a aceptar la propuesta de la OTAN, aunque insistió en que la participación debe ser en plan de igualdad con los países aliados.
Con todo, el mandatario ruso ha dejado abierta la puerta a la cooperación. «Nuestra postura es simple; si nos ocupamos entre todos de la defensa antimisiles, no se destruirá el equilibrio», dijo, para después insis-tir en que la clave está en avanzar desde una postura de aso-ciación. Esto implica que la participación rusa en este futuro sistema europeo de defensa antimisiles estará condicionada a que sea un sistema «cabal, con intercambio de información, transparencia y responsabilidad».
Campaña por el Start
El presidente de EEUU, Barack Obama, aprovechó la cumbre de la OTAN en Lisboa para mandar un recadito a los congresistas republicanos de su país, destacando que los miembros de la Alianza le mostraron un «gran apoyo» para la ratificación del tratado de desarme Start, al que se oponen los republicanos estadounidenses.
«Sin haberlo pedido, he recibido un gran apoyo de nuestros aliados sobre el hecho de que el tratado Start es un elemento esencial para la seguridad europea y estadounidense», declaró Obama al comienzo de su conferencia de prensa en la clausura de la cumbre de la OTAN en la capital portuguesa.
Los aliados de EEUU, «tanto en privado como en público, han mostrado su deseo de que la ratificación se produzca», añadió Obama.
Una gran parte de los senadores republicanos está bloqueando la ratificación del nuevo tratado de desarme Start, firmado en abril pasado por Obama y Medvedev en Praga y que prevé reducir en un 30% el número de cabezas nucleares que disponen las dos superpotencias atómicas y posteriores verificaciones mutuas.
Obama necesita una mayoría cualificada de 67 senadores de cien para ratificar el tratado, por lo que está inmerso en una dura batalla para convencer a un grupo de republicanos que se muestra reticente a votar el texto antes de finales de año. Esta fecha es crucial para Obama, puesto que el 3 de enero tomaron posesión los senadores elegidos en los comicios del 2 de noviembre y los republicanos tendrán más poder de veto.
La ministra danesa de Exteriores, Lene Espersen, acompañada de sus homólogos lituano, letón, húngaro, noruego y búlgaro, mostró su apoyo a Obama destacando que «un fracaso de la ratificación sería un duro revés para la seguridad europea».
Tras el acercamiento a Rusia, la OTAN tiene en su punto de mira a Irán y Corea del Norte y sus respectivos programas nucleares, ante los que se muestra «seria» y «profundamente» preocupada, respectivamente.
Miles de personas -unas 30.000 según los organizadores- secundaron ayer en Lisboa la convocatoria de la plataforma Paz Sí, OTAN No con motivo de la celebración de la cumbre de la Alianza Atlántica en la capital portuguesa, recorriendo la avenida Liberdade hasta la plaza de los Restauradores para exigir la disolución de la organización militar y el fin de las acciones armadas en el mundo.
La marcha contó con el apoyo del líder del Partido Comunista Portugués, Jeronimo da Sousa, y del Bloco de Esquerda, Francisco Louça, así como de varias organizaciones sindicales y sociales que profirieron consignas contra los «señores de la guerra» reunidos en el Parque de las Naciones.
Portando banderas rojas y pancartas en las que se pedía la disolución de la OTAN y el fin de la intervención en Afganistán, la manifestación recorrió durante dos horas el centro de Lisboa rodeada de fuertes medidas de seguridad.
Una de las intervenciones más aplaudidas fue la de Socorro Gómez, miembro del Consejo Mundial de la Paz, que saludó la asistencia masiva de personas a la manifestación contra la OTAN y responsabilizó directamente a EEUU y a sus aliados europeos de la destrucción de Afganistán e Irak, criticando además la estrategia de tortura en bases militares como la de Guantánamo.
Por su parte, Helena Barbosa, miembro de la Comisión Nacional preparatoria del Consejo Mundial de la Juventud, criticó los millones de euros que se destinan a intervenciones militares mientras miles de personas mueren de hambre, en una situación agravada por la crisis creada por el capitalismo. «Luchar contra la OTAN es luchar contra el imperialismo», proclamó.
Asimismo, Gracieta Cruz, del sindicato CGTP, celebró el gran número de asistentes a la convocatoria «en defensa de un mundo más justo, más solidario, de cooperación y de paz» y llamó a actuar contra los intereses del gran capital, a quien acusó de haber iniciado «una nueva ofensiva contra los derechos de los trabajadores y de los pueblos».
También Rui Nunorazo, del Consejo Portugués para la Paz y la Cooperación (CPPC), exigió al Gobierno de Lisboa la retirada de las tropas en el extranjero y el fin de las bases militares. «La lucha por la libertad es la lucha por la democracia y la paz», dijo recordando «la conquista de derechos y libertades» a la que llevó la Revolución del 25 de abril de 1974 en Portugal, conocida como Revolución de los Claveles.
Por otra parte, la Policía portuguesa detuvo ayer a alrededor de cuarenta activistas de organizaciones pacifistas, entre ellos cinco vascos de KEM-MOC, que protestaban cerca de la sede la cumbre de la OTAN y se encadenaron para cortar el tráfico.
Portavoces de la plataforma portuguesa AntiGuerra Anti-Nato (Pagan), promotores principales de la conferencia alternativa a la cumbre de dos días de la OTAN, denunciaron la indefinición jurídica en la que se encuentran los detenidos y reclamaron su derecho a manifestarse de forma pacífica.
Portugal ha bloqueado estos días sus fronteras para impedir la llegada de activistas de otros países europeos. Grupos de pacifistas del Estado español denunciaron los tratos vejatorios a los que fueron sometidos en los puntos fronterizos.
Los activistas, entre otras acciones, simularon un bombardeo en el centro de Lisboa. GARA