Irujo 22

Barriola 16

Irujo puso pie y medio en la final, y tendrá los dos en caso de que Titín III gane su choque ante Gonzalez, tras resistir el inicio avasallador de Barriola y rematar un partido que lo acabó bordando. El delantero de Ibero repitió otra remontada espectacular que ya sufrió en sus propias carnes Titín en Adarraga, y aunque en esta ocasión la desventaja inicial fue más mérito del rival -un Barriola que se asemejó al de las mejores tardes y llegó a contar con una renta de siete tantos (5-12)-, el campeón manomanista deleitó a un Labrit a rebosar con un repertorio de ganchos que sacaron de la cancha y a la vez del partido a su rival.

Una vez que el delantero navarro maniató a Barriola con su juego directo, el leitzarra nunca pudo regresar de un terreno donde difícilmente se le puede buscar las cosquillas al de Ibero. Es en esos intercambios de golpes cuando más seguro se siente Irujo, y en días inspirados y enchufados como en el de ayer, es prácticamente invulnerable.

Abel lo sabe, y es por eso que apostó de inicio por arriesgar en el saque y buscar la altura en el frontis con la clara intención de alejar a Irujo de los cuadros delanteros y eludir su potente brazo izquierdo. Cada vez que Barriola botaba la pelota en el cuarto cuadro, el silencio se apoderaba del frontón esperando un nuevo cañonazo del leitzarra, que saque tras saque minaba la moral de un Irujo que veía con impotencia cómo sus restos acababan directamente debajo de la chapa. O, en el mejor de los casos, se las dejaba a placer a su rival para que éste dominara los tantos con su potente golpeo. En esos momentos Barriola parecía imbatible, dominante con su jugada inicial, y arrollador y eficaz con sus dos paredes y dejadas en el ancho. Abel tomaba el mando del encuentro con un claro 2-10, que al de poco se transformaba en un 5-12, neutralizando el pequeño arranque de Irujo que trataba de enderezar el rumbo con un sotamano soberbio, seguido por una sutil paradita en el txoko.

Cambio de táctica

Una falta de saque de Barriola, sin embargo, hizo despertar a la bestia, que hasta entonces se había enzarzado en una lucha estéril para sus intereses por quién dominaba el golpeo. Irujo trató de modificar un guión donde el nombre del ganador parecía inamovible y para ello optó por cambiar su táctica. Irujo imprimió otra velocidad al juego, situando el campo de batalla en los primeros metros del acotado, y en el momento que Barriola empezó a dudar, Irujo puso su maquinaria en marcha. Dos ganchos cruzados al ancho y otra dejada en el txoko le colocaban a dos tantos de la igualada (10-12), que tardó un poco más en llegar tras un fallo del de Ibero. Barriola retomaba el mando con el 13-16 en el luminoso, pero faltaba por ver la mejor versión de Irujo, quien en un alarde de poderío se marchaba directamente al cartón 22.

El delantero se mostraba feliz tras sumar su segunda victoria de la liguilla. «Vamos por el buen camino aunque hoy no era nada fácil. Abel ha dominado al principio pero he logrado mantenerme vivo en el choque y rematarlo cuando ha entrado en mi juego», señaló.