Raimundo Fitero
Empieza el baile
El cartel de Tele 5 en el que ya se añaden los logos de Cuatro y Digital + es el anuncio realmente descriptivo de lo que puede ser un nuevo tiempo televisivo como dice el eslogan promocional. Al menos en lo empresarial, en lo que puede ser una situación de privilegio que abarque una cuota de mercado realmente importante, esa imagen con los tres logos debe asustar a la competencia que, como no es extraño, ponen el grito en el cielo y se ponen a reclamar en instancias ministeriales. Asusta, especialmente, porque bien manejados estos instrumentos, estas concesiones administrativas, no se olvide nunca, pueden lograr unos porcentajes de audiencias muy importantes y con ellos una gran rapiña de todos los pasteles publicitarios existentes y por venir.
Los términos de la fusión, absorción, compra o como quiera llamarse hacen de la empresa titular, Mediaset, que pertenece a un grupo internacional de origen italiano en la que al fondo aparece Berlusconi y sus conexiones, probablemente la de mayor envergadura, infraestructuras y posibilidades, no solamente en el Estado español, sino en Europa, con un espectro tan amplio que puede colapsar el dial, por mucha TDT que exista y por muchas posibilidades de perder el tiempo que tengamos con nuestro mando a distancia. La lucha será entre este grupo, con publicidad y TVE, sin publicidad, para los primeros lugares.
Esta realidad que en el terreno administrativo y financiero adquiere un cuerpo muy hormonado económicamente con una ampliación de capital de quinientos millones de euros en marcha, empieza, a la vez, a mover sus fichas para complementar sus ofertas programáticas. Así se habla de que Javier Vázquez va a colocarse en Cuatro o que Pablo Motos se pasa a Tele 5. Supongamos que son, de momento, simplemente rumores, globos sonda, pero si se ponen sobre la mesa los activos profesionales de ambas cadenas en abierto, y se combinan con inteligencia, salen dos ofertas muy definidas para copar varios targets, es decir para abarcar a muchos millones de probables televidentes y de esa manera aumentar ambas su incidencia, su audiencia y sus ingresos. Empieza el baile, veremos qué música suena.