Aitor Bezares Vargas Juntero por la izquierda abertzale en las Juntas Generales de Araba
Impuestos para ricos, presupuestos para pobres
Demos la vuelta a lo que han hecho. Restituyamos el Impuesto sobre el Patrimonio, subamos el IRPF a las rentas altas, subamos el impuesto de sociedades, hagamos frente al fraude fiscal
Una vez más, y con el fin de año, nos encontramos a las puertas de los debates presupuestarios. Este año ya se nos anuncia que hay que ajustarse el cinturón, no hay dinero ni para los gobiernos de Iruñea y Gasteiz, ni para las diputaciones y mucho menos para los ayuntamientos. Estos últimos, muchos de ellos al borde de la banca rota, no tienen, siquiera, liquidez suficiente para hacer frente al gasto corriente. Los presupuestos de la crisis dicen.
No obstante, una vez más, hay quien pretende orientar el debate hacia un determinado aspecto, normalmente el de las consecuencias y obviar una vez más las causas, las raíces y las fuentes de esta realidad.
No hay dinero nos dicen. Las diputaciones han recaudado mucho menos dinero a raíz de la crisis. Para el 2011 no se prevé una gran recuperación, y por tanto, tampoco un aumento importante de los ingresos. Supuestamente el gasto social del Gobierno de Zapatero ha aumentado el déficit público y en aras a reducirlo, todos hemos de ajustarnos el cinturón. Reducir el gasto en presupuestos para reducir el déficit público. Ésa es la lógica impuesta al debate presupuestario. No hay dinero y por tanto no hay debate.
Sin embargo, aquellos que no compartimos su forma de hacer política ni su gestión económica, debemos hacer otra lectura muy diferente.
Es cierto, no hay dinero pero puede haberlo y para ello hay que ahondar en las razones que nos han llevado a esta situación. Durante las dos últimas décadas quienes nos han gobernado, llámense UPN-PP, PSOE o PNV han compartido la agenda neoliberal. Una agenda que privatiza todo, que deja todo en manos del mercado, que niega la intervención o regulación pública en defensa del bien general, que recorta el gasto social y también las importantes mejoras obtenidas por la clase trabajadora durante décadas de esfuerzo y lucha.
Cuando a partir del 2007, la crisis empieza a asomar la patita, aquellos que renegaban de la intervención pública acuden corriendo y sin vergüenza a las ayudas estatales. Bancos, cajas de ahorro, grandes empresas financieras o de automóviles han recibido suculentas ayudas públicas sin ruborizarse. Y ahora nos dicen que no hay dinero.
Pero eso no es todo. Aquí, en Euskal Herria, los responsables políticos e institucionales del los partidos mencionados, no sólo han apoyado esas ayudas multimillonarias a bancos y empresas financieras; sino que, además, y esto es aquí lo más grave, han reducido de forma alarmante los impuestos a los ricos, incrementando la injusticia impositiva. Se han olvidado de aquello que decían que debe pagar el que más tiene. No hay en absoluto justicia fiscal. Todo lo contrario.
Tras decidirlo el PSOE en Madrid se decidió en nuestras diputaciones la desaparición del Impuesto sobre Patrimonio. Un impuesto que, por ejemplo, supuso en 2006 que las 38.000 familias más ricas de la comunidad autónoma vasca pagaran 141 millones de euros. O dicho de otra manera; la decisión de suspender ese impuesto supone regalar a las familias con más de un millón de patrimonio 150 millones de euros anuales. Eso es escandaloso, es vergonzoso y por eso no hay dinero. Pero hay más.
También han modificado el IRPF para favorecer a las rentas altas y sirva como ejemplo que ahora por dividendos en acciones pagan lo mismo (18%) la familia que tiene dos acciones simbólicas como la que tiene 200 o 2000. ¡Y esto no es todo!
Por si todo lo anterior fuera poco, también han reducido el Impuesto sobre Sociedades del 32% al 28%. Un impuesto que además tiene unos niveles de fraude impresionantes.
Los partidos antes mencionados son también responsables de mirar hacia otro lado ante una realidad como la del fraude fiscal que también favorece a los más pudientes y que se estima en unos 10.000 millones de euros en Hego Euskal Herria.
Por eso no hay dinero. Por eso, y por que seguimos financiando mediante el cupo anualmente a la corona española, su ejército, la guardia civil o la nómina de ex presidentes de España que se jactan de haber gastado fondos públicos en guerra sucia.
España es una ruina económica para nuestro país y las políticas fiscales de UPN-PP, PSOE y PNV una ruina para la clase trabajadora del país, para las mujeres y jóvenes que se agolpan en las colas del INEM y para los pensionistas que no llegan a fin de mes.
Demos la vuelta a lo que han hecho. Restituyamos el Impuesto sobre el Patrimonio, subamos el IRPF para las rentas altas, subamos el impuesto sobre sociedades, hagamos frente al fraude fiscal, recuperemos definitivamente soberanía económica y ya veremos como así si hay dinero para unos presupuestos sociales.
Unos presupuestos que apuesten por la sanidad y educación pública, por defender a los más débiles como los parados y los pensionistas y donde el gasto social sea una constante desde los presupuestos de los gobiernos hasta el más pequeño de los ayuntamientos. Esos debieran ser los presupuestos de la crisis, los presupuestos de la justicia social y en defensa de los más desfavorecidos. Lo contrario es volver a la agenda neoliberal, la misma que ha provocado esta situación.