La portavoz de Aralar en el Parlamento de Gasteiz, Aintzane Ezenarro, valoró ayer que el resto de firmantes del documento pretenden utilizar como plataforma electoral el Acuerdo de Gernika y lo están «devaluando», por lo que su partido no tomará parte en los actos que se organicen con ese objetivo.

Aralar no participó en las presentaciones del Acuerdo realizadas por los demás firmantes el viernes en Gasteiz y el domingo en Iruñea. Según sostiene Ezenarro, los actos se usaron como «una plataforma electoral»

Aralar mantiene que el pacto suscrito en Gernika el 25 de setiembre por su partido, la izquierda abertzale, EA, Alternatiba, LAB, Etxerat y otros muchos colectivos es «una hoja de ruta hacia la paz y la normalización» política, «y no una plataforma o un acuerdo electoral».

Ezenarro advirtió de que «en Nafarroa nuestra apuesta es clara: es Nafarroa Bai y si otros intentan utilizar Gernika como plataforma electoral lo único que están haciendo es devaluar el propio Acuerdo de Gernika, que no es una plataforma electoral sino una hoja de ruta para la paz».

Ezenarro explicó que esta posición ha sido trasladada por Aralar a los demás firmantes de la Declaración de Gernika y sentenció que «cada uno es muy libre de hacer la precampaña electoral como quiera».

Tergiversación en Nafarroa

Por otra parte, ante el anuncio realizado el domingo en el frontón Labrit de Iruñea por los firmantes del Acuerdo de Gernika informando sobre el inicio de una ronda de contactos con los agentes políticos, sociales y sindicales navarros, los portavoces de los grupos parlamentarios navarros realizaron ayer una serie de valoraciones hablando sobre una supuesta petición de encuentros por parte de «la ilegalizada Batasuna».

A partir de esta premisa, según trasmitió la agencia Efe, Carlos García Adanero, de UPN, instó a Batasuna a «condenar el terrorismo y dejarse de tanta triquiñuela» y al resto de los partidos a que «cada vez le hagan menos el juego».

Por parte de Nafarroa Bai, algunos de cuyos integrantes son firmantes del acuerdo de Gernika, Patxi Zabaleta subrayó que «la invitación no obliga a nadie, pero la postura por el diálogo debe hacerse con los que quieren y con los que no quieren, sin perder nunca la esperanza» de que todos acepten hablar.

Desde el PSN, Samuel Caro fue tajante al asegurar que su formación «no se va a sentar con ninguna fuerza ilegalizada para hablar de nada» hasta que Batasuna «sea valiente y decida utilizar los medios que democráticamente tiene a su alcance para participar en política».

José Andrés Burguete señaló que CDN «ni prevé ni tiene intención» de sentarse con un partido «hoy ilegal», al que pidió que «rechace la violencia, que ETA entregue las armas y, a partir de ahí, que acepte las reglas del juego democrático».

Por IUN, Ion Erro aseguró que sí se sentarían en una mesa si Batasuna se lo pidiera, como ya lo han hecho «muchas veces», pero para decir «siempre lo mismo: que en un sistema democrático solamente tiene cabida aquél que respeta los derechos humanos y que rechaza o condena a quien utiliza la violencia como herramienta».