Montilla intenta atraer a su desmovilizado electorado con un cara a cara con Mas
El PSC y su candidato a presidir la Generalitat, José Montilla, intensifican estos días sus esfuerzos para tratar de activar a su desmovilizado electorado, que a seis días de las elecciones autonómicas se cuestionan todavía si acudirán a las urnas y, en algunos casos, si volverán a apoyar a Montilla. Un impulso movilizador que el candidato del PSC buscará esta noche en un debate cara a cara con Artur Mas (CiU), claro favorito en todas las encuestas.
GARA
Al inicio de la campaña electoral, el candidato del PSC a la reelección para presidir la Generalitat, José Montilla, se mostró convencido de que su partido contaba con tiempo suficiente para atraer a su desmovilizado electorado y se mostraba optimista al constatar que los sondeos internos señalaban un cambio de tendencia que era posible impulsar durante la campaña. Pero se acerca el día de las elecciones autonómicas y arrecian los llamamientos desesperados a la movilización para activar a esos aproximadamente 300.000 votantes que en 2006 le dieron su apoyo y ahora están indecisos.
Los sondeos internos del PSC apuntan a que un 40% de los votantes del partido no sabe si acudirá a votar el domingo, y algunos de ellos contemplan incluso la posibilidad de no hacerlo por Montilla, quien no se cansa de apelar al medio millón y medio de personas que, según las encuestas, no acudirá a las urnas y cuya abstención, recalca, favorece a la derecha.
El PSC, que siempre ha tenido problemas para atraer a su electorado en los comicios generales y municipales, ha puesto toda la carne en el asador con el objetivo de movilizar a sus votantes, normalmente más activos en las autonómicas pero a quienes parece haber afectado el efecto desmovilizador que provoca la crisis económica, además del recorte del Estatut, en el caso de los más catalanistas.
El partido de Montilla está invirtiendo grandes esfuerzos para contrarrestar los malos augurios de las encuestas, que vaticinan una estrepitosa derrota del PSC y una clara victoria de CiU, la formación de Artur Mas, en unos comicios que se presentan también como un test de cara a los municipales de mayo.
Debate a dos
Esta noche, como paso previo al acto final de campaña del jueves en el Palau Sant Jordi de Barcelona, Montilla realizará un nuevo esfuerzo en un debate cara a cara, a las 22.30 en TV3, con Mas.
El domingo, durante dos horas y media, la misma cadena retransmitió un debate con los seis candidatos con representación parlamentaria: Mas, Montilla, Joan Puigcercós (ERC), Alicia Sánchez-Camacho (PPC), Joan Herrera (ICV-EUiA) y Albert Rivera (Ciutadans). En él Montilla buscó el cuerpo a cuerpo con su principal rival, Mas, el favorito en los sondeos.
En el último tramo del debate, cuando lo que sucedía parecía saber a poco, Montilla volvió a la carga y propuso a Mas celebrar un único debate cara a cara televisivo, en catalán, y no celebrar un segundo en castellano, como proponía el PSC, guante que fue inmediatamente recogido por el candidato de CiU.
El PSC, muy por detrás de CiU en las encuestas, se la juega así a una sola carta para intentar acortar distancias, pese a las quejas del resto de candidatos que han quedado fuera del debate y anunciaron impugnaciones.
Los bloques pactados entre ambas formaciones políticas para este cara a cara versarán sobre crisis y política económica, relaciones Catalunya-España, políticas sociales y política de pactos.
En declaraciones a Com Ràdio, Montilla remarcó que sería «bueno» que los ciudadanos pudieran conocer las propuestas de los dos candidatos, como si no hubiera más aspirantes aunque queden relegados en los sondeos, y afirmó que lleva días diciendo que quiere un careo con Mas.
PPC, ERC y Ciutadans anunciaron que recurrirán el debate cara a cara entre Montilla y Mas al considerar que en Catalunya hay pluralidad de partidos y que viola las condiciones de igualdad. ICV-EUiA reclama que se compense al resto de formaciones políticas y estudia impugnarlo.
Decenas de estudiantes de la Universitat Autònoma de Barcelona despidieron ayer al candidato de Ciutadans, Albert Rivera, al grito de «fascista», tras un improvisado «Tengo una pregunta para usted» con varios jóvenes al término de una charla. Rivera tuvo que salir por la puerta de atrás.
El juez que investiga el desfalco del Palau de la Música ha citado de nuevo a declarar el 14 de diciembre a los exresponsables de la entidad Fèlix Millet, Jordi Montull y Gemma Montull, para interrogarles sobre las revelaciones conocidas en el último año, como los presuntos pagos a CDC.
Según supo Efe de fuentes judiciales, el juez Julià Solaz accedió así a las peticiones de la Fiscalía y las dos acusaciones particulares. Cita también como imputada a Elisabet Barberà, secretaria personal de Millet durante 35 años y a quien las acusaciones creen conocedora y partícipe en los ilícitos manejos de su jefe.
Tras las declaraciones, Solaz deberá resolver si abre una pieza separada para investigar el supuesto pago de comisiones a CDC a través del Palau.
Los imputados deberán responder sobre las informaciones difundidas sobre el caso desde su única declaración hace ya un año en torno a la carta de confesión de Millet y Montull en la que decían haber desviado 3,3 millones frente a los 35 que estiman las auditorías. Entonces quedaron en libertad con cargos, contra la opinión de la Fiscalía y las acusaciones.
Entre otras cuestiones, serán interrogados acerca de los indicios en el informe de la Agencia Tributaria de que los ex responsables del Palau y CDC se repartieron comisiones del 4% de la constructora Ferrovial a cambio de la adjudicación de obras públicas durante los gobiernos de Jordi Pujol; sobre otros supuestos pagos a CDC en forma de servicios prestados por empresas que facturaron trabajos inexistentes y sobre las donaciones a través de siete convenios de 630.000 euros a la Fundació Trias Fargas. GARA
