El franquismo ocultó a la opinión pública la historia de Marcos Rodríguez Pantoja, un niño criado por los lobos en Sierra Morena, hasta que fue descubierto por un cazador y capturado por la Guardia Civil. Logró sobrevivir sin contacto con los humanos desde los siete a los casi veinte años de edad. Su asilvestramiento se debió a que fue entregado por sus padres a un cabrero, quien murió y dejó al pequeño solo en pleno monte. Su vuelta a la civilización fue traumática, ya que nadie se ocupó de su readaptación.

La película de Gerardo Olivares, que con su anterior «14 kilómetros» ganó la Espiga de Oro en la Seminci, narra lo que fue esa experiencia de supervivencia por parte de alguien que acabaría sientiéndose más integrado entre los animales salvajes.