AHT Gelditu! rebate el informe sobre el TAV del Gobierno de Nafarroa
Mera propaganda. Así de contundente se muestra AHT Gelditu! Elkarlana con el informe encargado a MECSA sobre el impacto del TAV en Nafarroa. Una semana después de su presentación, la coordinadora lo califica de «retahíla de supuestos beneficios». Cuestiona, además, el coste de las obras y del mantenimiento del corredor, que considera inviable para Nafarroa. Además, denuncia que el informe no se ha hecho público en dos años.
Aritz INTXUSTA | IRUÑEA
El TAV necesitaría contar con 30.000 viajeros al día para, dejando de lado su coste medioambiental, justificar el desembolso económico. Según el informe de MECSA, encargado por el Gobierno de Nafarroa, esto es posible. Pero teniendo en cuenta que la línea Sevilla-Madrid sólo cuenta con 16.000 usuarios y que las cuentas tampoco cuadran en el corredor Barcelona-Zaragoza-Madrid, AHT Gelditu! está convencida de que mantener el TAV será una sangría constante para las arcas navarras.
Luis Iriarte y Gorka Ovejero ofrecieron una rueda de prensa ayer para criticar el informe que, el pasado día 19, el Gobierno que lidera Miguel Sanz anunció a bombo y platillo. Los miembros de AHT Gelditu! aseguran que ese documento nació cojo. Recordaron que la empresa de análisis que elaboró el documento declinó previamente la propuesta de colaboración que realizó la oposición a la Alta Velocidad. El Defensor del Pueblo también puso en tela de juicio el informe, por centrarse en los posibles beneficios del TAV para Nafarroa, obviando las partes negativas. El contenido total de ese informe, que se realizó hace dos años, todavía no se ha hecho público.
El Gobierno aporta una cifra casi redonda para el coste total del proyecto: 1.957 millones de euros. Para la oposición al TAV, el cálculo resulta irrisorio. Sumando los estudios previos, el material rodante, la estación, las expropiaciones, el coste por kilómetro y las habituales desviaciones sobre lo presupuestado, las cuentas son radicalmente distintas. El proyecto superaría holgadamente los 3.000 millones de euros. Si, como se desprende de las experiencias de la alta velocidad en Barcelona y Sevilla, el tren no conseguiera viajeros suficientes, el TAV «no sólo va a ser incapaz de amortizar los costes de construcción, sino que ni siquiera cubriría la explotación del servicio, por lo que requeriría financiación pública permanente». AHT Gelditu! recogió las palabras del líder del PSN, Roberto Jiménez, quien admitió que el coste del mantenimiento por cada kilómetro ascenderá a 100.000 euros al año.
Para tapar este agujero económico, el Gobierno de Nafarroa se agarra a los beneficios en el transporte de mercancías. Este argumento se cae, a juicio de AHT Gelditu!, por dos motivos. El primero, es que hasta la CEOE afirma que la alta velocidad «no es adecuada para el transporte de mercancías» y menos aún cuando existe un uso mixto de las vías. El segundo motivo resulta más gráfico: por ninguna otra línea de alta velocidad del Estado circulan mercancías.
Por otra parte, el beneficio social es muy cuestionable, según la oposición al TAV. El segmento de población que se beneficiará de la línea resulta escaso y elitista, debido a la baja demanda y el elevado coste. AHT Gelditu! considera, además, que el análisis de impacto medioambiental del Gobierno de Nafarroa carece de rigor, ya que sólo entra a especificar consumo energético y emisión de gases. Deja de lado, por tanto «biodiversidad, hidrogeología, ocupación de suelo, salud ambiental...». Además, AHT Gelditu! recuerda que el consumo energético por viajero en alta velocidad es sólo un 13% inferior que el del avión. El tren convencional contamina menos.
AHT Gelditu! va a iniciar una recogida de firmas para detener los trámites administrativos del TAV hasta que no haya un compromiso de participación ciudadana y un debate abierto sobre el proyecto.
La oposición al TAV anuncia un periodo de concienciación sobre el proyecto pueblo a pueblo, así como rondas de contactos con agentes políticos, sociales y sindicales. Su objetivo es organizar una gran manifestación en Iruñea el 2 de abril.