Michelangelo Antonioni (Ferrara, 1912-Roma, 2007) es una figura central en la cultura del siglo XX, uno de los testigos más lúcidos de nuestra época por haber sabido distinguir y analizar mediante sus obras, a través de un original recorrido en solitario, la enfermedad de los sentimientos, los problemas, las angustias, los miedos del hombre en la sociedad contemporánea. Antonioni es un autor que atravesó su tiempo, pero que siempre se situó fuera del tiempo, convirtiéndose en maestro de estilo e innovador del lenguaje». Con estas palabras define Carlo di Carlo, cineasta y gran conocedor de la obra de Antonioni, a su maestro, del que Zinebi mostrará, por primera vez, toda su obra documental restaurada. Según Luis Eguiraun, miembro de Zinebi, el ciclo pretende cerrar «una laguna en la visibilidad de la producción documental del italiano», menos conocida que su obra de ficción, pero igual de importante. Y es que, en palabras de Daniela Aronica, profesora de cine y responsable del ciclo, «Antonioni no utilizó el documental al principio de su carrera como trampolín para acceder a un cine `más importante', sino que lo cultivó y mimó en tres etapas diferentes de su carrera». Por lo tanto, la muestra que enfoca Zinebi, que supone «un proyecto necesario y fundamental», es la primera «retrospectiva de toda su obra documental restaurada».

«Antonioni. Documentalista», exhibe filmes de su primera época, desde el año 1943 hasta 1950, una segunda e importante que realizó cuando era ya un cinematógrafo consagrado -el episodio de China-, y una final que retoma de 1983 hasta 2004; pues, curiosamente, la primera y la última película rodada por el maestro italiano, que en 1995 recibió un Óscar honorífico, fueron documentales.

Además de Eguiraun y Aronica, la presentación del ciclo contó ayer con la participación del citado Carlo di Carlo (Bolonia, 1938) y de la viuda de Antonioni, la también cineasta Enrica Fico -cuarenta años menor que Antonioni-, quienes, con pasión contenida pero con detalle, incidieron en el profundo amor que sienten por quien fue su compañero.

«Era un hombre de retos», señaló Fico sobre su marido, de quien dijo haber conocido hasta las películas que no llegó a rodar. «La fuerza del artista, su ambición, estaba en el propósito de recrear el sentido profundo de las cosas y las personas a través de su mirada. Primero las tenía que conocer y sentir. Cuando las sentía, las podía después mostrar y relatar», dijo. Para Antonioni, que se estrena con el documental, «este era parte de su sistema narrativo y estilístico, y lo utiliza como medio para experimentar a lo largo de toda su carrera», coinciden todos.

Hoy el Museo Bellas Artes acoge la proyección «Antonioni su Antonioni» de Carlo di Carlo, con la presencia del propio director (a las 20.00), y mañana el ciclo concluye tras la exhibición del interesante proyecto «Chung Kuo. Cina», documental de 217 minutos sobre China encargado a Antonioni por la RAI en 1972.

Visión escocesa

Por otra parte, Noe Mendelle, directora del Scottish Documentary Institute, presentó ayer en el Museo Bellas Artes el organismo que lidera -cuyas obras se proyectan en el citado museo-, junto a los realizadores Amy Hardie, Patricia Delso y Finlay Pretsell, quien exhibió su trabajo «Ma Bar», que presenta a un viejo levantador de pesas escocés. Según Mendelle, «Escocia tiene, igual que Euskal Herria, una fuerte identidad cultural, y importante desarrollar su percepción del mundo con una voz y opinión propia», motivo por el que fundaron la SDI, que muestra el trabajo de cineastas escoceses (se proyectan hoy a las 17.15 en los Golem de Alhóndiga).

Paralelamente al ciclo dedicado al maestro italiano, Zinebi ofrece también su propio espacio al graffiti, con el singular ciclo «Graffiti Liberation Front», organizado por la productora de arte Consonni y comisionada por el valenciano Nacho Magro -artista que comenzó su carrera pintando paredes-. «El proyecto es más amplio del que se muestra en Zinebi y se desarrollará a lo largo de todo un año. Es una idea de investigación sobre una contextualización de la situación actual del graffiti, acercándonos a él desde distintos puntos de vista». Límites del graffiti y el arte urbano, influencia del mercado del arte en dicha expresión artística, su mercantilización...; que no busca sacar conclusiones, sino generar un marco de reflexión.

El ciclo exhibe hoy el cortometraje «Graffiti. Fun or Dumb» de Helaine Swerdloff -uno de los primeros dedicados a esta expresión artística, en 1976- en la sala BBK (a las 20.00), además de una selección compuesta por siete animaciones del Estado español y «Pixo» -movimiento autóctono de graffiti de Brasil-, de Joao Weiner y Roberto Oliveira, interesante documental carioca que se muestra por vez segunda en Europa, tras su premiere en París el pasado año. Mañana, para finalizar el ciclo, el sociólogo catalán Francesc Muñoz presentará su ponencia «Desde una mirada sobre el espacio público y su banalización» a las 18.00 en Hika Ateneo, como punto de partida para que varios ponentes diserten sobre el epígrafe «Del graffiti al arte urbano», moderados por Magro. Entre los participantes se encuentran Remedios Vincent, que trabaja en Madrid en el proyecto «Gestión de Muros»; Pablo España, artista madrileño autor del blog Contraindicaciones; Mischa Caníbal, skater donostiarra del colectivo Parafernalia; y Angelo Milano, director del festival de arte urbano quizá más reconocido en todo el mundo, Fame festival, realizado en un pueblo italiano sin sponsors ni subvenciones, financiado con la venta de sus propias serigrafías.

Ceremonia de clausura

Para afrontar su recta final, además del ciclo dedicado a Antonioni, el dedicado a la creación audiovisual de Gran Bretaña, «Guerra fría por amor» y a los cineastas exiliados durante el franquismo, «El exilio español filmado en Francia», presentados en jornadas anteriores; destacan, dentro de las proyecciones especiales que tienen lugar en el Guggenheim, los trabajos documentales «Aquella vieja luna de Bilbao», de Pepe Azpiroz y «Bilbao, historias de Bomberos», de Asier Abio (a las 18.00); así como «Mugaritz: La cocina inacabada» de José María Argoitia, Alex García de Bikuña y Gentzane Martínez de Osaba, crónica de los meses siguientes al incendio del prestigioso restaurante de Andoni Luis Aduriz en Errenteria, y de su reconstrucción (a las 20.00).

En cuanto al cine de los beat, que se exhibe bajo el epígrafe «Beat beatitude. El cine de la generación beat (1959-1991)», los cines Golem de Alhóndiga proyectarán tres cortometrajes de Antony Balch, hoy a las 20.00, como colofón al ciclo.

Nicolas Roeg, Mikeldi de Honor de la presente edición, que por problemas de salud no podrá asistir a Bilbo para recoger su galardón en persona, tendrá mañana su homenaje con la proyección del largometraje «The man who fell to earth» -en el Guggenheim a las 20.00-, antes de que Zinebi celebre su clausura con la entrega del palmarés que tendrá lugar en el Teatro Arriaga a las 21.00, con la exhibición de las obras premiadas y el documental «Bilbao en el tiempo» de Javier Rebollo. Una vez despedido el evento, los despistados tendrán una oportunidad más para visualizar el palmarés, con la proyección que se realizará en el mismo teatro el domingo, a las 18.00.