El Tribunal Constitucional español avala la celebración de manifestaciones en la jornada de reflexión cuando la capacidad de influir en el electorado pueda considerarse «remota o indirecta».

No fue así el 8 de marzo de 2008, cuando 3.000 personas se manifestaron en Iruñea a favor de los derechos de las mujeres en el Día Internacional de la Mujer. La Policía española cargó contra los manifestantes y varias personas resultaron heridas. Los agentes justificaron su actuación advirtiendo que la manifestación había sido prohibida porque era la víspera de las elecciones generales.

La sentencia del Tribunal Constitucional recuerda que la Ley Orgánica del Régimen Electoral General establece que una vez «legalmente» finalizada la campaña electoral no puede difundirse propaganda ni celebrar actos de campaña durante la jornada de reflexión. Según el TC, eso no significa que no puedan celebrarse manifestaciones que influyan indirectamente en el debate político.