Los tres adolescentes de las islas Tokelau rescatados tras 61 días a la deriva en alta mar sobrevivieron gracias al agua de lluvia y a una gaviota, revelaron ayer los marineros que los salvaron. Su rescate por un barco atunero, tras dos meses a la deriva y mientras se formaba un ciclón, se anunció el jueves.

Los tres adolescentes, de entre catorce y quince años, que llegaron ayer a Fiyi, no habrían podido sobrevivir mucho más tiempo, declaró Tai Fredricsen, segundo de a bordo en el atunero que los rescató. «Tenían algunos cocos en su barco, pero no agua. No sé cómo lograron atrapar un pájaro», dijo el pescador.

Los tres náufragos, delgados pero bien de salud aunque débiles, terminaron bebiendo agua del mar cuando la lluvia cesó.

Filo Filo y Samuel Pérez, de quince años, y Edward Nasau, de catorce, habían sido declarados desaparecidos a comienzos de octubre después de una salida al mar a bordo de un pequeño bote.

La búsqueda se abandonó al presumir que habían muerto. Fredricsen, que estaba en la proa del atunero, divisó el miércoles a los tres adolescentes.

«Es un milagro», dijo Tanu Filo, el padre de Filo Filo tras enterarse de su rescate frente a las islas Fiyi, situadas a 1.420 kilómetros de casa.