Laureano Ortega, preso político vizcaino y militante del GRAPO, continúa en aislamiento en la cárcel de Puerto III. La familia del represaliado ha denunciado, además, que el jueves la dirección del penal gaditano le aplicó un parte de cinco días de castigo, lo que se traducirá en un aislamiento más restrictivo aún, según censuró Socorro Rojo Internacional (SRI).

La hermana del prisionero, Marian Galdeano, señaló que la represalia impuesta pretende castigar a Ortega por negarse a ser desnudado en el cacheo que sufrió cuando lo sacaban de la cárcel Puerto I para trasladarlo a Puerto III. «Ahora estamos pendientes de que los días que le apliquen el castigo no coincidan con nuestra próxima visita, sino nos quedaríamos sin visita después de hacer más de mil kilómetros», señalaba su hermana.

El preso político vizcaino sufrió, a finales de setiembre, un infarto de miocardio mientras desayunaba en la prisión gaditana. El vecino de Portugalete tuvo que permanecer ingresado en la UCI del hospital de Cádiz para ser tratado por la afección. Tras recibir el alta fue trasladado a la prisión de Puerto III donde le han sometido a un duro régimen de aislamiento que aún perdura.

La semana pasada, el preso vasco fue sometido a varias pruebas médicas fuera de la prisión. Su evolución, según ha informado Socorro Rojo Internacional, es «de momento» satisfactoria.

Socorro Rojo Internacional denunció tras el infarto de Laureano Ortega que, ni la prisión, ni el hospital, ni Instituciones Penitenciarias y ni la Audiencia Nacional española quisieron proporcionar a la familia información acerca del estado del prisionero vasco.

Ortega, que tiene 48 años de edad, lleva los últimos 18 años encarcelado. Desde hace 10 años se encuentra preso en el «sur del sur», destaca SRI.