El Amaya Sport San Antonio y el Arrate afrontan el derbi vasco del balonmano con distintos intereses. El equipo navarro retoma la Liga Asobal -Pabellón Universitario, 18.30- tratando de asegurarse matemáticamente la clasificación para la Copa, mientras el guipuzcoano sueña con dar la campanada en un escenario que se le resiste desde hace una década.

Al conjunto antoniano le vale con sumar dos puntos en los cuatro partidos que restan para estar entre los ocho mejores equipos de la primera vuelta.

«El partido ante el Arrate era uno de los que teníamos marcados a principio de temporada y, aunque el objetivo ahora debe ser esa clasificación matemática para la Copa además de ir sumando el mayor número de puntos posible, lo cierto es que estamos muy cansados y no va a ser fácil», advirtió a Efe el técnico antoniano, Juanto Apezetxea, que recupera al central Víctor Álvarez después de tres semanas de ausencia a consecuencia de una lesión muscular.

Hay que remontarse a la temporada 1990-91 para reccordar la última vez que el equipo eibartarra se impuso al entonces Portland. Fue por la mínima (21-22), pero desde entonces siempre ha perdido, la última vez por 31-24, salvo en la 2005-06 en la que cosechó un empate (23-23).

El Arrate no renuncia a nada y le gustaría repetir algo parecido a la sorpresa ante Naturhouse La Rioja o, al menos, lograr algún punto. «El San Antonio ha renovado mucho la plantilla respecto a años anteriores, ya no tiene tantas estrellas como antes.

En pretemporada jugamos contra ellos y lo veíamos como un rival de nuestro nivel, pero parece ser que las cosas le marchan bien, que tienen confianza y están jugando bastante bien», apuntó Iker Romero. Con la baja por lesión de Iván Sever, el técnico Julián Ruiz dispone de todos los demás jugadores.