Elecciones al Parlament de Catalunya
CiU cierra la campaña en el Palau Sant Jordi confiando en la victoria
Los catalanes acudirán mañana a las urnas para elegir el nuevo Parlament. Tras la campaña que concluyó ayer, el candidato de CiU, Artur Mas, sigue siendo el favorito para imponerse, aunque las encuestas señalan que no alcanzará la mayoría absoluta. Estos comicios, los primeros tras el recorte del Estatut de autonomía por parte del Tribunal Constitucional español, estarán previsiblemente marcados por un elevado nivel de abstención.GARA | BARCELONA
La campaña de las elecciones al Parlament de Catalunya de mañana concluyó ayer con estrategias diversas, como la declaración institucional empleada por el favorito, Artur Mas (CiU), para proponer la «reconstrucción de Catalunya», o la del candidato del PSC, José Montilla, con «mítines relámpago» en varias localidades de la circunscripción de Barcelona para combatir la abstención.
Mas acudió por la mañana al milenario monasterio de Sant Benet, donde, con una cuidada escenografía y acompañado por el líder de UDC, Josep Antoni Duran i Lleida, apeló al «corazón y al alma de todos los catalanes, porque el destino de los pueblos no viene marcado por las veces que entran en crisis o caen en el desánimo, sino por las veces que son capaces de levantarse».
Ya por la tarde, CiU realizó su acto de clausura de campaña en el Palau Sant Jordi de Barcelona, donde Mas destacó que todos los ataques contra la identidad de Catalunya han fracasado ante «la convicción de creer en nosotros mismos como nación».
El president de la Generalitat y candidato a una improbable reelección por el PSC, José Montilla, se marcó ayer una maratoniana jornada con «mítines relámpago» desde las siete de la mañana en la fábrica de Seat y posteriormente en localidades de la circunscripción de Barcelona como Vilafranca del Penedès, Sant Pere de Ribes y El Prat de Llobregat, donde se reunió con miembros de la Joventut Socialista de Catalunya. El objetivo era instar a evitar que los anunciados altos niveles de abstención se hagan realidad.
En su mitin de cierre de campaña en Girona, el candidato de ERC, Joan Puigcercós, subrayó la necesidad de frenar al PP. «Si el PP es decisivo, frenará al independentismo. La alternativa es que ERC frene al PP. Por eso, llamamos a todos los demócratas y a las gentes de izquierda su apoyo para defender el futuro de la democracia en Catalunya y sus políticas sociales».
Alicia Sánchez-Camacho, la cabeza de lista del PP, mencionó que por la mañana visitó la tumba de su padre para prometerle que seguirá trabajando por «una Catalunya de prosperidad, empleo y libertad y que se sienta española».
Joan Herrera, candidato de ICV-EUiA, destacó en Sant Feliu de Llobregat que es preciso frenar los recortes sociales y hacer pagar la crisis a quienes practican la economía especulativa.
Albert Rivera, de Ciutadans, reclamó que «se recompongan los puentes entre Catalunya y España».
Hace tiempo fue la primera economía del Estado español, pero Catalunya ha perdido fuerza respecto a Madrid, a lo que ha contribuido un mayor impacto de la crisis.
Locomotora económica, con un presupuesto superior al de Chile o al de Ucrania (39.700 millones de euros en 2010), Catalunya era históricamente la zona que más pesaba en el PIB estatal.
«Es una economía muy exportadora», a las puertas del Estado francés e Italia, destaca Pere Puig, economista de Esade Business School.
Esta situación cambió en marzo, cuando, según la fundación de las cajas de ahorros Funcas, por primera vez la Comunidad de Madrid, con un 18,71% del PIB estatal, superó a Catalunya, que se quedaba en el 18,68%.
En lo que se refiere a ingresos por habitantes, Catalunya se sitúa en el cuarto puesto de las 17 comunidades del Estado español, por detrás de las dos vascas y Madrid.
«Catalunya está en declive: en estos dos años ha sido la penúltima región en términos de crecimiento», destaca Gonzalo Bernardos, vicerrector de Economía en la Universitat de Barcelona.
«Madrid ha hecho bien su trabajo de internacionalización de grandes empresas», subraya Puig.
La crisis ha afectado más a Catalunya, cuyo PIB ha decrecido un 4,7% frente a un 3,8% de media en el Estado. GARA