La izquierda abertzale recuerda el carácter político de una represión decidida por políticos
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La izquierda abertzale considera que el informe sobre víctimas de la violencia estatal presentado por el Gobierno de Lakua «presenta una visión mutilada y limitada». de las víctimas. A su parecer, resulta «lamentable oír que las víctimas creadas por la violencia del Estado entre los años 1985 y 2010 no lo son por `motivaciones políticas'». Recuerda que «la estrategia de guerra desarrollada por el Estado contra la izquierda abertzale se basa en parámetros políticos y han sido conducidas y decididas por mandatarios políticos. Desde la tortura hasta las ilegalizaciones las decisiones tomadas han sido políticas».
En una nota hecha pública en la tarde de ayer, la izquierda abertzale sostiene que «negar la motivación política a la violencia sufrida en Euskal Herria en las últimas décadas es un grave error. De hecho, haber negado una solución política y democrática al conflicto político es la fuente de la que ha manado la violencia. En este sentido, limitar el conflicto político a un problema de `terrorismo' o `violencia' no ayuda en nada a conseguir una paz justa, democrática y duradera».
La izquierda abertzale critica que «se da una gradación de las víctimas dependiendo de su interés político, creando víctimas de primera y segunda clase». Y denuncia «las posturas interesadas y el uso partidista y político que realiza el PSOE en el tema de las víctimas de la violencia».
«Reparación para todas»
Tras estas valoraciones negativas del informe, la izquierda abertzale se reafirma en el acuerdo «Bake bidean» suscrito en Gernika y afirma que «en ese documento se reivindica la aceptación, reconciliación y reparación de todas las víctimas de la violencia política».
La izquierda abertzale concluye expresando su «compromiso y disposición a construir un escenario de paz y democracia como el que se dibuja en el acuerdo de Gernika. Ese escenario tendrá como argamasa el respeto de todos los derechos de todas las personas y el reconocimiento de todas las víctimas en su base».
Responsabilidad política
El movimiento pro amnistía, por su parte, entiende que si el Parlamento decidió pedir un informe de estas características se debe a la denuncia de la represión que se ha hecho durante años. Sin embargo, critica que el documento presentado por Lakua desdibuja la realidad, al negar la existencia de un conflicto político.
Por otra parte, recuerda que un informe de este tipo debiera abordar la represión padecida en el conjunto de Euskal Herria. Al mismo tiempo, destaca que la violencia del Estado tiene «un impulso político» y que partidos como el PSOE son los que «tienen la responsabilidad de las órdenes dadas».
El movimiento pro amnistía, por contra, felicita a la fundación Euskal Memoria por su trabajo. Y concluye señalando que la mejor aportación a las víctimas es la construcción de una situación que no genere más víctimas, motivo por el que suscribieron el Acuerdo de Gernika.
La asociación Ahaztuak 1936-1977 se ha mostrado también muy crítica con el contenido del informe, aunque estaría dispuesta a apoyar su desarrollo si va por el buen camino y acaba con la impunidad.