El presidente del Congreso español, José Bono (PSOE), expulsó ayer de la Cámara a un grupo de activistas prosaharauis, entre los que estaba el actor Guillermo Toledo, que interrumpió la sesión plenaria con gritos en contra de Marruecos y a favor del pueblo saharaui. Acusados de un delito de alteración grave del orden público, fueron trasladados en furgón policial a comisaría, donde fueron puestos en libertad tras negarse a declarar.

El Congreso aprobó por unanimidad una declaración de condena de los incidentes ocurridos en El Aaiún en la que se anima a «profundizar» en las relaciones con el Frente Polisario y se señala a Marruecos por violaciones de derechos humanos.

Rabat anunció que reexaminará «en su conjunto» las relaciones con Madrid tras esa resolución.