El sábado 18 Eguzki Irratia, la veterana de las radios libres de Iruñerria, cumple 28 años. A lo largo de este tiempo ha habido años peores y mejores, pero ha sabido aguantar. El momento crítico se vivió en 2002, cuando el colectivo tuvo que renunciar a la programación en directo por motivos económicos durante cuatro temporadas. Ayer, la emisora lanzó un toque de atención y no emitió programa al-guno, apagó su voz para lanzar un aviso: la situación de 2002 puede volver a repetirse. Hoy arranca un radiomaratón de 24 horas en directo a la caza de eguzkides, los vecinos que soportan económicamente este proyecto comunicativo.

«Esta radio se financia gracias a los eguzkides. De ahí nos llega más del 90% de los fondos», explica Iñaki Oses, portavoz del colectivo que se encuentra detrás de la radio. «Con quinientas personas apoyándonos, esto funciona. Sería lo óptimo. Durante este tiempo, hemos llegado a tenerlos, pero, con la crisis, su número desciende. Hemos caído hasta los 440», dice Osés.

Para frenar esta fuga de eguzkides (que apoyan a la radio abonando 20 euros al trimestre), a lo largo del día de ayer Eguzki revivió el fantasma de la etapa 2002-2006, cuando se perdió la programación en directo. «A esto es a lo que nos arriesgamos si se mantiene esta tendencia. Ninguno de nosotros queremos vernos de nuevo en esta situación, se trata de hacer conscientes a quienes nos escuchan de lo que ocurre», explican desde el colectivo.

La emisora continuará callada hasta hoy a las 11.00 de la mañana, cuando arranca un «maratón autobenéfico» en el que los voluntarios que prestan su voz a la radio tratarán de superar de nuevo la frontera de los 500 «socios» y, si tienen suerte, no sólo seguir con programación en directo, sino tratar que su frecuencia llegue más lejos.

Durante el radiomaratón se habilitará el teléfono 948 220758 para atender a los que se postulen como nuevos suscriptores, pero desde la radio independiente, apuntaron que a través de la web los oyentes puede suscribirse cualquier día.

Eguzki Irratia, durante sus 28 años de vida, ha visto como otros proyectos de radio libre morían en el camino. En 2002, con la prohibición de las txosnas, se cortó una de sus principales fuentes de financiación. Cerca de un centenar de voluntarios hacen posible que la radio libre de Iruñerria siga funcionando y emita magazines y progamas de actualidad. El colectivo tiene sólo un liberado.