Accidentada victoria del Caja Laboral Baskonia frente al Khimki
La lesión de rodilla de Barac es el precio del alivio baskonista
Logan y Teletovic llevaron el peso del cuadro gasteiztarra, que sufrió la pérdida de sus pívots en la segunda mitad. Haislip acabó en el hospital porque necesitaba varios puntos por una herida en la boca, mientras que Barac se retiraba con un posible esguince.
CAJA LABORAL BASKONIA 89
KHIMKI 81
Arnaitz GORRITI
El lenguaje periodístico emula en exceso al bélico, pero a veces esa analogía es válida. El duelo contra el Khimki se presentaba como una guerra, se luchó cada segundo como si así fuera, y aunque el Caja Laboral Baskonia acabó con su mala racha de cinco derrotas, lo pagó caro.
Los partes dicen que Haislip debió acudir al hospital por culpa de una profunda herida en el labio por el que precisó varios puntos, pero la peor parte se la llevó Stanko Barac. Un incidente con el ruso Langford devino en una lesión en la rodilla derecha del croata. Por necesidades del partido, el pívot jugó aún varios minutos más, aunque seriamente mermado. A falta de las pruebas a las que será sometido hoy mismo, todo apunta a que Barac sufre un esguince en esa rodilla derecha y, por ende, peligra su presencia en el derbi de pasado mañana frente a Bizkaia Bilbao Basket.
Destacan Logan y Teletovic
David Logan y Mirza Teletovic fueron los jugadores más destacados del duelo de ayer. El base realizó un gran arranque, penetrando con decisión -superó a Raúl López casi cada vez-, tirando con acierto y asistiendo, sobre todo a un Haislip acertado de cara al aro. Por su parte, Teletovic también jugó muy serio. No lanzó demasiados triples, pero penetró y jugó mucho y muy bien al poste bajo. Con la colaboración de San Emeterio y Huertas, el Baskonia gobernó el partido gracias a estos dos hombres.
También hay que destacar el marcaje sobre Langford de Ribas y Oleson. De tal modo que los locales pudieran lograr pasar la barrera de los cuatro puntos para el average con facilidad, llegando incluso a los 18 puntos de ventaja, con 70-52. El Khimki, aprovechándose de la ausencia de pívots en su rival, y con Monya y Planinic acertados, recortó la diferencia, pero sin suponer una amenaza real. La clasificación al Top 16 está al alcance de la mano, a pesar de todo.
No era la victoria lo que más satisfizo ayer a Dusko Ivanovic. Obviamente, el técnico montenegrino suspiró aliviado al ver que se cortaba una racha de cinco partidos perdidos, pero lo que de veras dijo importarle fue «el espíritu del equipo».
«Con esta victoria está de nuevo en nuestras manos luchar por seguir en la Euroliga, aunque para ello deberemos ganar los dos partidos que quedan. Pero lo que quiero decir es que, si hubiésemos perdido hoy -por ayer- con este espíritu y delante de este público, si el rival hubiese sido mejor, no hubiera podido decir nada. Lo más importante era la lucha y el espíritu de equipo, que con todos los quintetos que he tenido en la pista, de más o menos centímetros, se luchara por cada balón. Eso es algo que tenemos que mantener siempre», declaró, orgulloso.
Ivanovic admitió que «por juego», el equipo ganó con todo merecimiento. «Al principio nos costó defender en el poste bajo, pero luego mejoramos, y sobre el rebote -ambos conjuntos atraparon 28-, la cuestión es querer y luchar por cada uno. Éste es el espíritu que el equipo debe tener siempre», recalcó.
A. G.