No paran de bromear, pero se toman muy en serio su profesión. Elena Lombao y Cristina Gallego o lo que es lo mismo, Las Grotesqués, visitan por primera vez la capital guipuzcoana para presentar «En ocasiones veo armarios» (recomendaron leerlo susurrando), una obra teatral «surrealista y de un humor absurdo». Para esta puesta en escena, han recopilado los mejores sketchs de su carrera, que comenzó allá por 1994 en los cafés teatros madrileños.

«Hay muchos personajes delirantes -explicó Lombao-. Ellos componen la `teoría de vida' de un monje tibetano maestro, una teoría que se la transmite a un joven tibetano elegido para ser maestro. Con esa premisa, hacemos lo que nos da la gana». Según la actriz, la historia del monje tibetano, es, «por decirlo de alguna manera», el hilo conductor, o «la excusa» para hilar los diferentes sketchs. Eso sí, advirtió de que «todo tiene más fondo de lo que parece y eso no permite salir y entrar de una armario con diferentes historias».

«La casa de Petarda Alba» es una de las escenas favoritas de Lombao, en la que dos hermanas debaten si salir o no de fiesta a la calle después de la muerte de su madre. Y, es que ésta las ha tenido en casa vetadas de todo tipo de divertimientos y disfrute.

Uno de los aspectos más divertidos de este sketch es que las actrices utilizan un castellano antiguo «inventado», que debe de resultar desternillante. La escena contiene, según las componentes de esta pequeña compañía, todos los ingredientes de la obra porque da muchos giros. El monólogo «Zorra» es otra de las partes que más le gusta a esta actriz.

Además de los siete sketches, «En ocasiones veo armarios» tiene una parte «más personal» llamada «El rincón». «En él, cada una hemos elegido `un algo' de lo que hablar -explicó Gallego- lo que pasa es que el público no sabrá si es cierto o no». Para Lombao, «El rincón» se creó «para pasarse un poquito más», por eso hacen y dicen lo que les viene es ese instante.

Por escenarios

«En ocasiones veo armarios» lleva muchos años rodando por diferentes tipos de escenarios. Aunque se estrenó en el Teatro Alfi de Madrid en el 2004, antes visitó infinidad de cafés teatro. En todo este tiempo, «el espectáculo -indicaron-, ha evolucionado junto a ellas». El tipo de público, la cercanía con ellos y el ambiente del lugar es uno de los aspectos al que se han tenido que aclimatar.

«En ocasiones veo armarios» podrá verse a las 20.00 en la Casa de Cultura Lugaritz (Antiguo). Las entradas, a 10 euros, pueden adquirirse en Servikutxa.