Tic tac, tic tac... Cada quince días me llega el tiempo de escribir en esta columna. Tic tac, tic tac... Prácticamente cada día nos desayunamos, comemos o cenamos escuchando a algún dirigente del unionismo español -igual da que sea político, fiscal, juez o empresario- soltando la nueva coletilla que han puesto de moda: «No van a llegar a tiempo». De esta forma, ese jumelage de destacados personajes que se pasan por el forro lo de la división de poderes en un Estado de Derecho pretenden ir minando la moral de la militancia de la izquierda abertzale al ritmo de la «gota malaya» -una forma de tortura que, al parecer, no inventó la Inquisición española- con la pretensión de hacer ver a la opinión pública que, pase lo que pase, los «abertzales radicales» (los denomino así para que Iñigo Urkullu también lo entienda) no tendrán una opción «legalizada» en las elecciones de mayo, en las que se elegirá a los representantes públicos en ayuntamientos e instituciones forales de Hego Euskal Herria.

Tic tac, tic tac... Mientras, los que comulgan dominicalmente en el blog del «nacionalismo vasco no radical» (¿lo entenderá mejor así Urkullu?) nos despiertan cada tres o cuatro días con grandes titulares a cuenta de alguna «exclusiva» del tipo: «La izquierda abertzale irá con marca propia a las locales y en coalición a las forales», «La izquierda abertzale baraja a Alternatiba como soporte electoral», «La izquierda abertzale pretende tener para el 18 la lista de cada pueblo». Y, como tratan el tema tan a fondo, no es de extrañar que hayan comenzado a «peinar» las listas, para adelantarnos que en ellas irá gente «que no se ha presentado antes» a unos comicios.

Así que unos y otros han puesto sus pabellones auditivos en dirección al Registro de Partidos Políticos para no perderse el esperado golpeteo en la ventanilla: ¡Toc, toc! Pero saben que la meta de la izquierda abertzale no está en Madrid y por eso están colocando minas «preventivas» en el camino hacia el nuevo tiempo electoral. Cuando llegue la cita primaveral con las urnas, ya veremos qué recorrido ha hecho cada cual.