El club tapa su vacío interior con el fichaje del pívot Pape Sow, que firma un contrato de un mes prorrogable
Jon ORMAZABAL
El Baskonia cerró ayer, temporalmente, el vacío que venía arrastrando desde principio de temporada en la posición de cinco suplente con el fichaje del pívot senegalés Pape Sow, procedente del Alicante, por un mes.
Por el momento y la forma en la que se produce el fichaje, se puede entender que es una especie de prueba a la espera de ver si el mercado ofrece algo mejor, con la opción presente de que el africano pueda cumplir ese rol que se espera del sustituto de Barac. Los recientes problemas físicos del croata, que han sido menores, y el desajuste que se crea en el juego colectivo sin la presencia de un cinco también son razones de peso en esta incorporación temporal.
Trueque con Alicante
El nuevo jugador baskonista se ha desvinculado esta misma semana del Meridiano Alicante, con el que llegó a un acuerdo para rescindir el contrato que tenía firmado hasta final de temporada. Su salida ha llegado precedida de la llegada al equipo de Txus Vidorreta de Martin Rancik, último temporero interior del Caja laboral.
Sow, pívot senegalés de 29 años y 2,08 metros de altura, ha disputado diez partidos de la ACB con el equipo alicantino con un promedio de 9,8 puntos y 5,3 rebotes. Formado en las universidades estadounidenses y con experiencia en la NBA con los Toronto Raptors, en Europa ha militado en el Prokom polaco además del Armani Milán de la Liga italiana.
En cuanto a la Euroliga, la victoria del Maccabi sobre el Khimki en un partido en el que los rusos fueron por delante en los tres primeros cuartos, hizo que el Baskonia ya esté matemáticamente clasificado para el Top 16, sin necesidad de tener que vencer en su último partido ante el Partizan de Belgrado. Tras los muchos apuros que ha pasado con una serie de cinco derrotas consecutivas, los gasteiztarras tienen ahora la oportunidad de clasificarse como segundos de grupo, para lo que deben vencer a los serbios en Zurbano.