Cambio de logo, no de política
Las oficinas del Inem son ya ventanillas de Lanbide, el nuevo Servicio Vasco de Empleo. El que fue presentado como «histórico traspaso» de las políticas activas de empleo, fruto del no menos «histórico» acuerdo entre Zapatero y el PNV, que en realidad era asumir en 2010 competencias limitadas de una ley orgánica de 1979, tiene ya imagen corporativa y busca un posicionamiento para la nueva marca. Lo cual, en mitad de la tormenta de la crisis y con una regresión en empleo y derechos que nadie sabe cuánto durará, no parece tarea fácil. Presentar en positivo Lanbide como una herramienta de utilidad pública que fomente una política de empleo eficaz y con derecho a disponer es una tarea de argumentos débiles. Pues se aplicarán las mismas políticas, tan desgraciadas y de nefastas consecuencias, diseñadas -y cada vez más centralizadas- en Madrid. Sencillamente, el cambio de logo no implicará cambiar la política.
Lanbide simboliza la dejación de derechos políticos básicos, pues se resigna a ser un gestor de las decisiones de Madrid, en lugar de decidir aquí las políticas de empleo, y renuncia a su financiación vía cotizaciones sociales, algo que en teoría el propio Concierto Económico recoge. Potencia una visión neocentralista del Estado, que sin ceder en lo sustancial interpreta unilateralmente competencias para fortalecer el mensaje de que en materia sociolaboral el derecho a decidir y disponer, para los vascos, es un imposible. Hoy aplauden quienes han negociado en secreto, con el guión del «diálogo social» que se utiliza para barnizar las políticas de derecha y los recortes sociales; pero como ocurre con otras prestaciones y en salud laboral, quienes así proceden no lo hacen con la razón ni desde el corazón, sino con los bolsillos y la promesa del dinero público.
Este país necesita ser para decidir, un nuevo punto de partida que cambie el paso y revierta las políticas en las que tanto pierde el pueblo trabajador vasco. Hacer esa apuesta relevante requiere traspasar lo sindical y articular en lo político la mayoría social por el cambio.