CRíTICA cine
«Aventuras en el desván»
Mikel INSAUSTI
El checo Jiri Barta es discípulo de Jiri Trnka y heredero natural de Karel Zeman, los dos grandes maestros de la animación de ese país. Un cine que corre peligro, no ya por la desaparición de las técnicas tradicionales como el «stop motion», sino por las dificultades de financiación que provoca la nueva coyuntura capitalista. “Aventuras en el desván” es el segundo largometraje en 25 años de un Jiri Barta atrincherado en el cortometraje, formato al que ha quedado reducido de momento “Golem”, su más ambicioso proyecto personal. Por eso clama al cielo cuando hay quien se queja de que su nueva película no es tan expresionista y arriesgada como su ópera prima “Krysar”, cuando habría que calificarla de auténtico milagro por el simple hecho de ser distribuida comercialmente, más allá de los reconocimientos obtenidos en festivales especializados de todo el mundo, incluido Animabasauri. Tampoco es tan puramente infantil como se ha dicho, pues contiene un surrealista alegato contra las dictaduras y poderes que atenazan la imaginación y la libertad creativa.
“Aventuras en el desván” ha salido injustamente perjudicada en las comparaciones con “Toy Story 3”, las cuales llevan a considerar a la miniatura de Jiri Barta como la hermana pobre de la superproducción de Pixar. Habría que hablar más bien de un hermanamiento de contenidos por distintas vías expresivas, por cuanto la cinta checa permanece fiel al cine artesanal de marionetas, que transforma en magia poética las limitaciones físicas del trabajo de animación fotograma a fotograma. La inventiva en el fondo es incluso más legítima, en cuanto que utiliza directamente materiales de desecho reciclados. El personaje de Schubert, que sería el equivalente a Mr. Potato, es por ejemplo una tosca figura de arcilla rematada por una chapa de refresco en la cabeza. El torrente de agua de la escena de la inundación se origina en los trozos de plástico de las bolsas de basura en movimiento, así como las plumas de una almohada acaban generando una nevada.
