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Bizkaia Bilbao Basket Triunfo de los hombres de negro sobre Estudiantes

Medio billete de Copa que compensa un mal partido

Los locales, que se agarraron al buen partido de Banic, sufrieron mucho, pero ganaron en el arreón final.

BIZKAIA BILBAO BASKET 66
ESTUDIANTES 57

Arnaitz GORRITI

O fue exceso de tensión o falta de tensión, pero desde luego que ni Bizkaia Bilbao Basket ni Estudiantes ofrecieron algo parecido a su mejor nivel en la noche de ayer. Sea como fuere, alguien tenía que ganar y ese alguien no fue otro que el conjunto vizcaino, que dio un gran paso camino de la Copa y, de paso, se quitaba un rival del camino y sumaba la victoria cien.

Se suponía que este duelo iba a traer fuertes emociones, y vaya, digamos que sí. Lo malo es que dicha emoción fue el aburrimiento, sobre todo en una primera mitad mala hasta la saciedad. La diferencia tuvo nombre y apellido, y número de pasaporte: Marko Banic. El croata había pasado una semana muy dura por los dos tiros libres errados con empate a 63 ante el Barcelona y se había propuesto darle la vuelta a ese mal trago como diera lugar.

Así lo hizo, afortunadamente. El Pollo volvió a ofrecer un clínic de efectividad, colocación y juego sin balón. Fiel a su estilo, a la chita callando, Banic sumó, sumó y sumó, y de su mano los hombres de negro sacaron la cabeza.

Por otro lado, también hay que destacar la defensa de los de Fotis Katsikaris. Con el único lunar del rebote defensivo -hombres como Welsch o Jasen lograron un sinnúmero de segundas opciones-, la retaguardia bilbaina mantuvo a raya a un Estudiantes que, la verdad sea dicha, echó de menos algo de lucidez en sus bases. De esta guisa, los hombres de negro necesitaron bien poco -un triple de Vasileiadis por aquí, un par de penetraciones de Jackson por allá, un contragolpe suicida de Blums que entraba tras golpear el borde superior del tablero...-, aparte de la aportación de Banic, que cerró un siete de siete en su carta de tiro en la primera mitad con una acertada suspensión desde seis metros. Por parte estudiantil, Pancho Jasen -como siempre- y el checo Welsch mantenían a los de Luis Casimiro en el partido. El marcador reflejaba un relajante 33-26 al descanso.

Dando emociones gratuitas

Con el arranque del tercer período parecía que el partido se podía romper. El Estudiantes seguía tan romo como siempre en ataque -aunque Driesen lograra colgarse tras un bonito pick `n roll central- y los hombres de negro adquirían su máxima ventaja gracias al segundo triple de Vasileiadis: 40-32.

Pero a falta de calidad, y aunque nadie la había pedido, hubo una pequeña ración de emoción. Tras el pertinente tiempo muerto de los del Ramiro, Nik Caner-Medley -como acostumbra ante el conjunto vizcaino- empezó a asumir el protagonismo en ataque, liderando un parcial de 0-7 que volvía a poner el partido en un puño. Por otro lado también hay que reconocer que en esta fase los bases locales anduvieron de lo más atolondrados, desperdiciando un par de transiciones sin aparente dificultad. Con todo, el último cuarto arrancaba con ventaja para los de Katsikaris: 44-41.

Una vez más, se amagó la ruptura tras sendos triples de Blums y Jackson, pero una vez más nadie quiso ponerle el cierre al choque. Bueno, casi nadie, porque mediado el cuarto Mumbrú se acordó de meter cinco puntos seguidos para desahogar la ventaja local y enardecer un Bilbao Arena que ya se temía otra remontada visitante.

Entre Jasen y Caner-Medley pelearon el triunfo con su garra y el rebote en defensa fue una tara difícil de solucionar. Pero entre Banic, un robo de Mumbrú y tres canastas de Jackson, la victoria, y con él, mucho del billete copero, se quedó en casa.

 

 

«Ganamos por la defensa; los diez han hecho un gran trabajo atrás»

«Tenemos un pie en la Copa. Hay que meter el otro», resumía Katsikaris un partido del que disculpó su escasa calidad debido a la «ansiedad. Éste era un partido que había que ganar obligatoriamente».

Katsikaris declaró que «Estudiantes planteó un partido muy controlado, muy cerrado, como suele hacerlo fuera».

Para el técnico heleno la clave de la victoria estuvo en la defensa. «No hemos estado acertados en ataque; el partido hubiese sido otro de haber metido varios tiros abiertos. Pero el equipo ha seguido defendiendo. Los diez que han jugado, todos han hecho un buen trabajo atrás», subrayó.  A. G.

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