Abierto de Australia
Nadal-Federer, la rivalidad continúa una temporada más
La ausencia de Serena Williams, campeona en 2010, abre otras posibilidades.
GARA | MELBOURNE
En medio de las inundaciones que asolan Australia y se están prolongando durante un mes, se inicia hoy el primer grande de la temporada con la habitual rivalidad entre Rafael Nadal (1) y Roger Federer (2), que precisamente ayer participaron junto a otras estrellas de la raqueta en una exhibición para recaudar fondos para las víctimas de Queensland de las peores riadas que el estado ha padecido en los últimos 40 años. Sacaron 1,34 millones de euros, y el espectáculo desbordó buen humor, aunque a partir de ahora se acabaron las bromas.
Nadal comparece como número uno del mundo, ya casi recuperado del resfriado que pilló en Doha. Sus últimas victorias en Roland Garros, Wimbledon y el US Open le permiten soñar con encadenar los cuatro Grand Slam de forma consecutiva. «No siento ninguna presión especial, aunque tal vez ésta sea la única oportunidad que se me presente en la vida. Jugar un Grand Slam ya es suficiente presión por sí solo, así que la posibilidad de ganar el cuarto consecutivo no es algo que me preocupe especialmente», aseguró ayer.
Federer tiene en su brillante palmarés el récord de grandes con 16 títulos. «El Abierto de Australia es grande por muchas razones. Siempre disfruto del torneo. Nunca he tenido un mal torneo en Australia. Me encantó la primera vez que vine como juvenil en 1998. También el recuerdo de estar aquí y jugar algunos partidos épicos como ante Lleyton (Hewitt) en Copa Davis, la final con Rafa (2009), o las semifinales ante (Marat) Safin que aquí perdí (2005). También fue aquí donde llegué al número 1 del mundo en 2004», apunta el vencedor en cuatro ocasiones, la última en 2010. La campeona femenina Serena Williams, aún centrada en la recuperación de su pie derecho, no podrá defender título. La competición está abierta con nombres de antes -Clijsters o Henin- y de ahora -Wozniacki- buscando su momento de gloria.