Hizbula no aceptará ser acusada de la muerte del primer ministro Hariri
Líbano pasó el día esperando el discurso del líder del movimiento chiíta y principal organización de la resistencia, Hizbula, y sumido en una especie de cabalgata política para impedir un deterioro de la situación tras la caída del Gobierno. Hassan Nasrallah fue contundente en su discurso televisado: «No vamos a permitir que nuestra reputación y dignidad sean ensuciadas», afirmó, antes de asegurar que «vamos a actuar para defenderlas».
GARA | BEIRUT
El líder del movimiento chií libanés Hizbula, Hassan Nasrallah, anunció anoche que no respaldará a Saad Hariri si intenta renovar su mandato como jefe del Gobierno y rechazó cualquier intento de vincular a su grupo con el brutal atentado contra el ex primer ministro Rafic Hariri.
En un mensaje televisado desde un lugar desconocido por motivos de seguridad, Nasrallah vinculó la reciente caída del Gobierno de unidad de Hariri, tras la retirada de los ministros de la oposición, con los pasos dados en la investigación internacional por el atentado contra Rafic Hariri y la posibilidad de que Hizbula esté detrás del mismo.
«La oposición se puso de acuerdo de modo unánime para no nombrar a Saad Hariri y ejercerá sus propias convicciones nacionales y no se dejará intimidar por las reacciones internacionales tras la dimisión del gabinete», afirmó Nasrallah.
El miércoles pasado, diez ministros de la oposición y uno designado por el presidente libanés, Michel Suleiman, anunciaron su dimisión por el asunto de los llamados falsos testigos en el atentado contra Rafic Hariri, padre del actual primer ministro.
Se espera que Suleiman inicie hoy las consultas con los distintos grupos políticos para designar a un nuevo jefe de Gobierno que cuente con el suficiente respaldo parlamentario, teniendo en cuenta que el de Saad Hariri perdió el apoyo de la oposición.
La crisis de gobierno se produce mientras se está a la espera de que la Fiscalía de un tribunal especial internacional que investiga el atentado contra Rafic Hariri entregue sus conclusiones, un paso que, según los observadores, podría generar tensiones políticas en Líbano.
Hizbula sostiene que la posibilidad de implicarlo en el atentado contra Rafic Hariri está basada en testimonios falsos. «No permitiremos que atenten contra nuestra reputación y dignidad y nos responsabilicen de la sangre del ex primer ministro Hariri», afirmó Nasrallah en su discurso, el primero que se conoce desde que se desató la crisis de gobierno.
En un anticipo de lo que luego diría Nasrallah, su aliado cristiano en el bloque opositor 8 de Marzo, el general retirado Michel Aoun, indicó que «hay muchos candidatos para reemplazar a Hariri» y que sus nombres serían discutidos ayer por Hizbula. Aoun declaró que la resistencia chiíta y sus aliados no aceptarán que el Tribunal Especial para Líbano (TEL) acuse a miembros del Partido de Dios de ese crimen, por motivaciones estrictamente políticas. La mayoría parlamentaria y gobernante, aglutinada en el bloque 14 de Marzo, se niega a retirar el apoyo al TEL, al cual Hizbula acusa de ser un instrumento estadounidense-israelí para desacreditar a la resistencia y sembrar la discordia en Líbano.
Políticos de la alianza encabezada por Saad Hariri, como Samir Geagea, han dicho en los últimos días que «cualquier intento por relegar» al primer ministro «llevaría automáticamente a la guerra civil»
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha propuesto la creación de un grupo de contacto de estados con una relación particular con Líbano para colaborar con dicho país, que se encuentra sumergido en plena crisis política después de que el miércoles Hizbula y sus aliados abandonaran el Gobierno de concentración presidido por el primer ministro, Saad Hariri. Explica el Elíseo en un comunicado que «Francia continuará este diálogo con los países consultados que han expresado su interés para unirse a este grupo informal», que celebrará una reunión a corto plazo. En los últimos días, Sarkozy ha mantenido contactos con el rey saudí, el presidente sirio, el primer ministro turco, el emir de Qatar y el presidente de EEUU.
