Vecinos y vecinas de la parte vieja donostiarra, que vivirán mañana su día grande, han denunciado públicamente la misiva recibida por parte de Interior de Lakua en las que se les responsabiliza de las posibles reivindicaciones que puedan llevarse a cabo en la plaza de la Constitución con motivo de la celebración de la tamborrada, que es seguida en directo por diversas televisiones.

La carta, recibida por todos los vecinos de la citada plaza, ha sido enviada por la Ertzaintza y en ella, según advirtieron los propios destinatarios, «son amenazados de una manera más cínica imposible» y es que la carta les felicita porque en la pasada edición de la tamborrada no se observaran pancartas.

Estos donostiarras recordaron que la razón por la que no hubo reivindicaciones se sustenta en que docenas de ertzainas «encapuchados y armados hasta los dientes» arrancaron las pancartas y atemorizaron a los vecinos.

Pese a este intento de amedrentar a la ciudadanía donostiarra, los vecinos que comparecieron ayer ante los medios animaron a dar una respuesta solidaria e invitaron a colocar la banderola que demanda la repatriación de los presos políticos vascos en ventanas y balcones. En la comparecencia pública de ayer, los vecinos incidieron, además, en que para «superar el conflicto que vive este pueblo es imprescindible traer a los presos a casa».

Además de la banderola, «para proclamar que este es un pueblo que existe y tiene una identidad propia», instaron a colocar también ikurriñas.

Extensible a toda la ciudad

Aunque la propuesta iba dirigida a los vecinos de la céntrica plaza, la hicieron extensible a todos los donostiarras.

No es la primera vez que los vecinos de la plaza de la Constitución son víctimas de este control policial. El pasado año, la misiva de Lakua llegó tan sólo unas horas antes de que la fiesta estallara. Agentes de la Ertzaintza se personaron en las viviendas de la Plaza de la Constitución la tarde del 19 haciendo entrega de la misiva en la que se prohibía la exhibición de cualquier «soporte ilegal» tanto en balcones como en locales.

Asimismo, el primer episodio de la «caza de fotos» de presos con entradas a viviendas se produjo precisamente en esta plaza en la primavera de 2008.