Obama recibe al presidente de China, potencia criticada pero insoslayable
El presidente chino, Hu Jintao, inició ayer la que es su primera visita a Estados Unidos desde que Obama llegara a la Casa Blanca. Aunque especialistas han llamado la atención sobre la reciente distensión en algunas de las múltiples cuestiones que a día de hoy enfrentan a las dos mayores potencias económicas del mundo, han advertido sobre la generación de demasiadas expectativas, porque la visita se produce en un momento delicado para ambos países.
Tangi QUEMENER (AFP) | WASHINGTON
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recibió ayer a su homólogo chino, Hu Jintao, mandatario de un país al que Washington acusa de no acatar la normativa internacional pero, al mismo tiempo, imposible de ignorar debido a su peso económico, militar y geopolítico.
Obama y Hu tenían previsto cenar en privado ayer [madrugada de hoy en Euskal Herria] antes de iniciar hoy la visita oficial, que culminará con una cena de Estado en la Casa Blanca, máximo honor rendido a un dignatario extranjero.
Subrayar y aplaudir los puntos en común, tomar nota de los desacuerdos sin que constituya un motivo de ruptura; ese ha sido el norte de la diplomacia estadounidense frente a Beijing desde la llegada al poder en 2009 de Obama, quien se encontrará con Hu cara a cara por octava vez.
Sin embargo, el pasado año ya demostró que no siempre es fácil buscar ese equilibrio entre las dos principales potencias del planeta.
No fueron pocos los temas en discordia: el valor del yuan -injustamente desvalorizado para favorecer las exportaciones chinas, según la versión de Washington-; el acceso a Internet en China; las reivindicaciones marítimas chinas frente a los aliados estadounidenses o la venta de armas de EEUU a Taiwán.
Tras un 2010 un tanto caótico, «iniciamos este encuentro cuando las dos partes desean estabilidad en su relación», destacó Michael Green, experto del Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos de EEUU.
De acuerdo con Green, «China ha variado, al menos tácticamente, su posición sobre varias cuestiones» como el yuan, «que se apreció un 3,9% desde junio».
La reciente visita del secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, a Beijing ha permitido relanzar la cooperación entre los dos ejércitos y China ha adoptado un tono más conciliador frente a países aliados de Washington.
Pero Green advierte sobre la generación de una expectativa demasiado alta acerca de la visita de Hu, puesto que éste debe traspasar el poder entre fines de 2012 y principios de 2013. «El encuentro no modificará en profundidad las relaciones sino-estadounidenses», señala.
Visita delicada
Para el vicepresidente de la Fundación Carnegie, Douglas Paal, la visita es también delicada para Obama, ya que la campaña para las presidenciales de 2012 empezará pronto.
El Partido Demócrata sufrió una cruda derrota en las elecciones legislativas de noviembre pasado, en las que los republicanos utilizaron a China como arma electoral. Reforzados en el Congreso, «los republicanos atacarán [a Obama] si se muestra muy débil frente a China, pero también le atacarán si no actúa correctamente», explicó Paal.
En los prolegómenos de la recepción al Jefe de Estado chino, Hu Jintao, decenas de personas se concentraron ante la Casa Blanca para demandar «la libertad del pueblo tibetano».
El Jefe de Estado chino, Hu Jintao, inició ayer una visita oficial de cuatro días a Estados Unidos, primera desde que Barack Obama llegara a la Presidencia tras ganar las elecciones de 2009. Pese a haber sido un año difícil en las relaciones bilaterales, ambas delegaciones han mostrado su disposición a dialogar.
«Esperamos que la visita de Estado del presidente Hu Jintao refuerce el diálogo, la comunicación y la confianza estratégica mutua entre ambas naciones», declaró antes de su llegada el ministro de Asuntos Exteriores chino, Hong Lei, quien recalcó que se trata de un viaje «importante» de cara a «abrir una nueva etapa en las relaciones bilaterales».
El pragmatismo y el cambio de la mentalidad de la Guerra Fría por cooperación en beneficio mutuo, respeto a la soberanía, integridad territorial e intereses respectivos, así como más puntos convergentes permitirán a China y EEUU colaborar en terrenos más amplios, dijo el propio Hu Jintao a la prensa estadounidense como aperitivo de su visita.
«Ambos países sacarán beneficios de unas relaciones bilaterales sanas y se verán perjudicados por enfrentamientos», dijo Hu en una entrevista publicada el domingo por los periódicos estadounidenses «Wall Street Journal» y «Washington Post». GARA