Cualquier tiempo pasado fue mejor. Eso debe pensar Dinara Safina, no hace tanto número uno del cuadro -allá por 2009- y que ayer se despidió del Open de Australia tras ser barrida de la pista por la flamenca Kim Clijsters. El doble 6-0 del marcador es elocuente. La rusa está muy lejos de aquella tenista que alcanzó la final de este torneo en 2009.

Otra antigua líder de la WTA, la serbia Ana Ivanovic, tampoco pudo superar la primera ronda, aunque cayó plantando batalla ante la rusa Ekaterina Makarova (3-6, 6-4 y 10-8). Ivanovic sale de una lesión abdominal y, aunque fue capaz de ganar la primera manga, acusó el cansancio según trascurría el choque.

Las favoritas no dieron opción a la sorpresa. La rusa Vera Zvonareva (2), la australiana Samantha Stosur (5) y la serbia Jelena Jankovic (7) superaron sus respectivos compromisos sin demasiado esfuerzo.

El ocaso de las viejas glorias también alcanza al cuadro masculino. Lleyton Hewitt, ídolo local de un tenis australiano de capa caída, tuvo incluso dos puntos de partido frente al argentino David Nalbandian. No pudo rematar la faena. Dos veteranos de 29 años que se dieron una paliza de casi 5 horas. Al final, la victoria cayó del lado del sudaméricano: 3-6, 6-4, 3-6, 7-6(1) y 9-7.

Del resto de la jornada, destacó el sufrimiento del francés Jo Wilfried Tsonga, finalista en 2008 y semifinalista el pasado año. Tuvo que remontar dos sets de desventaja ante el alemán Philipp Petzschner, que nunca ha ganado un partido en el Abierto de Australia (4-6, 2-6, 6-2, 6-3 y 6-4).

El español Rafa Nadal (1), el sueco Robin Soderling (4) y el escocés Andy Murray (5) ventilaron sus eliminatorias por la vía rápida, a la espera de mayores exigencias.