La inflación está de vuelta
Nicolas Sarkozy dio ayer el pistoletazo de salida a su presidencia del G-20 y el G-8 en una conferencia de prensa donde volvió a insistir en que «no hay mercados sin regulación», y alertó de la nueva amenaza que la inflación supone para la economía global. En un intento de resetear y represidencializar su imagen, volvió a imitar el discurso que construyó al inicio de la crisis financiera. «Reformular el capitalismo», dijo entonces, y ayer lo repitió mientras advertía de una «grave crisis alimentaria» a nivel planetario en caso de no hacerlo.
Efectivamente, la inflación está de vuelta. Y según la ciencia económica, en sí misma y si es moderada, no es una mala señal en tanto que significa que las compañías pueden subir los precios porque hay un incremento significativo de la demanda. Pero en Europa los precios están alcanzando subidas sin precedentes mientras el mercado mundial de materias primas ha explotado, contribuyendo a que el espectro de una inflación de doble dígito se esté expandiendo. Hasta el punto de que muchos analistas consideran que el único ingrediente que falta es el detonante, el evento dramático que podría poner en marcha un proceso inflacionista en avalancha. El mercado del trigo, del café o del azúcar -por nombrar tres materias que influyen directamente en el desayuno de los ciudadanos-, los costes energéticos, la factura de la electricidad o las tarifas de los servicios municipales están sufriendo fuertes subidas de precios, mientras materias primas como el petróleo, el cobre o el níquel están en índices históricos. Todo ello hace que el dinero especulativo y los grandes tiburones de las finanzas fluyan hacia esos mercados y hagan subir todavía más los precios.
Los consumidores, sin embargo, no siempre actúan racionalmente ni tampoco en solitario. Y las emociones que la falta de confianza genera en la mentalidad colectiva pueden tener otros efectos, como una carrera para cambiar el dinero por activos tangibles. El mercado del oro o de las propiedades son un buen ejemplo de ello.